martes, 3 de abril de 2012

SALMO 97 (96)

1EI Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
2Nubes y nubarrones lo rodean,
Justicia y Derecho sostienen su trono.
3Delante de él avanza Fuego
abrasando en tomo a sus enemigos.
4Sus relámpagos deslumbran el orbe,
al verlo, la tierra se estremece.
5Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Dueño de toda la tierra.
6Los cielos proclaman su justicia
y todos los pueblos contemplan su gloria.
7Se sonrojan los que adoran estatuas
y los que ponen su orgullo en los ídolos.
Ante él se postran los dioses.
8Lo oye Sión y hace fiesta,
se regocijan las poblaciones de Judá,
por tus sentencias, Señor,
9porque tú Señor, eres
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses.

 10EI Señor ama al que aborrece el mal,
guarda la vida a sus leales,
los libra de la mano de los malvados.
11 Amanece la luz para el honrado
y la alegría para los rectos de corazón.
12Festejad, justos, al Señor,
dad gracias a su nombre santo.  

97 Género. Himno a la realeza del Señor. Pertenece a la serie 93-99. Describe un juicio de idólatras y malvados a favor de los honrados, semejante y diverso al Sal 94: aquí el juicio es una fiesta. La teofanía es parte del aparato judicial. Partiendo de datos empíricos, evoca el poeta una visión espectacular. El juez se sienta en un “trono”, sede del tribunal, apoyado sobre un estrado de virtudes: "Justicia Derecho". Lo acompaña un séquito que abre paso y despeja toda oposición: Fuego. Las polaridades añaden fuerza a la escena: envuelto en "nubarrones, deslumbra" con relámpagos; la tierra "se alegra y se estremece". Puede compararse con otras teofanías de juicio: Sal 50,1-3; Miq 1,3-7.
Reos e inocentes. Ante todo los "idólatras", "servidores de estatuas". Instruido quizá por Is 40-55, especialmente 44,12-20, no los llama dioses extranjeros. "Dioses y divinidades": si 9b es ambiguo, 7b parece reconocerles una entidad subordinada, como una corte celeste que rinde homenaje al Soberano. Los "malvados" del v.10  son correlativos del "honrado" del v. 11 y tienen carácter genérico; en el juicio son los culpables frente al inocente. Los honrados o inocentes son sus "leales" o
vasallos: amenazados de muerte por los malvados y protegidos por Dios.
Algunos piensan que descender del grandioso cuadro precedente a la esfera ética personal es una caída, y declaran adición los versos finales. Se puede invertir el razonamiento: el autor ha querido dar trascendencia inusitada a los deberes éticos, como dice brevemente Sal 7,8.
Composición. Se puede señalar la inclusión de 1 y 12 en tonalidad de alegría, presente también en el v. 8. El desarrollo juega con contrastes; gloria del Señor, confusión de los idólatras, gozo de Sión. Se observa un estrechamiento: la tierra - Sión - el justo.
97,1 "Islas"o costas: el mundo occidental mediterráneo; tema favorito de Isaías 11: 41, 1.5; 42,4.10.12; 49,1; 51,5.
97,2 Los "nubarrones" pueden ser parte del aparato teofánico: Dt 4,11; JI 2,2; Sof 1,15. El Señor se muestra ... encubierto. Para el estrado o basamento del trono: Prov 16, 12; 20,28; 25,5.
97,3 El "fuego" es elemento de la divinidad: la vuelve inaccesible y devoradora de cuanto se oponga: Is 29,6; 30,27; Dn 7,10.
97,4 Véanse Sal 18; 77,19.
97,5 "Como cera" Sal 68,3; Miq 1,4; quizá imagine los ríos de lava de un volcán.
97,6 Los cielos hacen de testigos notariales: Sal 50,6. La "gloria" de la teofanía: compárese con Is 35,2; 40,5.
97,7 El fracaso y necedad de los idólatras se va convirtiendo en tema convencional: Is 42,17; 44,20; Jr 2,28.
97,8 Cita casi literal de Sal 48,12, dedicado al Gran Rey y centrado en Sión.
97,9 Sal 47,3.
97,10 El texto hebreo, con otra vocalización, dice: los que amáis a Yhwh odiad el mal. En cualquier caso, Dios es declarado inconciliable con el mal: Sal 11,6.
97,11 "Amanece" corrigiendo una consonante, como Sal 112,4.

Trasposición cristiana.
Heb 1,6 aplica a Cristo el v. 7 según la versión griega. Mt 25, 31-46 dramatiza en escena un juicio final. Lc 21,28 da a entender que para los elegidos será un momento de dicha.

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