sábado, 7 de abril de 2012

SALMO 105 (104)

1Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
informad de sus hazañas a los pueblos.
2Cantadle al son de instrumentos,
comentad todas sus maravillas.
3Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
4Recurrid al Señor y a su poder
buscad siempre su presencia.
5Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios y las sentencias de su boca.
6iEstirpe de Abrahán, su siervo,
hijos de Jacob, su elegido!
7EI Señor es nuestro Dios
él gobierna toda la tierra.
8Se acuerda siempre de su alianza,
de la palabra dada, por mil generaciones.
9de la alianza sellada con Abrahán
y el juramento hecho a Isaac,
10confirmado como ley para Jacob,
como alianza eterna para Israel.

11 A ti te daré el país cananeo
como lote de tu heredad.

12Cuando eran unos pocos mortales,
contados y emigrantes en el país,
13cuando erraban de pueblo en pueblo,
de un reino a otra nación,
14a nadie le permitió oprimirlos,
y por ellos castigó a reyes:
15«No toquéis a mis ungidos,
no maltratéis a mis profetas».
16LIamó al hambre sobre aquel país,
cortando el sustento de pan,
17por delante había enviado a su hombre,
a José, vendido como esclavo.
18Le trabaron los pies en grillos,
le metieron el cuello en la argolla;
19hasta que se cumplió su predicción.
20EI rey lo mandó libertar,
el soberano le abrió la prisión.
21Lo nombró administrador de su casa
y señor de todas sus posesiones,
22para que a su gusto instruyera a los nobles
y aleccionase a los consejeros.

23Entonces Israel entró en Egipto,
Jacob emigró al país de Cam.
24Dios hizo a su pueblo muy fecundo
y más poderoso que sus enemigos.
25Les cambió el corazón
para que odiaran a su pueblo
y usaran malas artes con sus siervos.

26Envió a Moisés, su siervo,
y a Aarón, su elegido,
27que ejecutaron contra ellos signos
y prodigios contra el país de Cam.
28Envió la oscuridad y oscureció,
pero ellos resistieron a sus palabras.
29Convirtió sus aguas en sangre
y dio muerte a sus peces.
30Pululaban ranas por el país,
hasta en las estancias reales.
31Ordenó que vinieran tábanos
y mosquitos por todo el territorio.
32En vez de lluvia les dio granizo
y rayos por todo el territorio.
33Dañó higueras y viñas
y tronchó los árboles del país.
34Ordenó que viniera langosta.
saltamontes innumerables,
35que roían la hierba de la tierra
y devoraban los frutos de sus campos.
36Hirió a los primogénitos del país:
primicias de su virilidad.
37Los sacó cargados de oro y plata,
y entre sus tribus ninguno tropezaba.
38Los egipcios se alegraban de su marcha,
porque los sobrecogió el terror.
39Tendió una nube que los cubriese
y un fuego que los alumbrara de noche.
40Lo pidieron, y envió codornices
y los sació con pan celeste.
41Hendió la peña y brotó agua,
que corrió hecha un río por el desierto.
42Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a Abrahán, su siervo.
43Sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con aclamaciones.
44Les asignó las tierras de los paganos,
y poseyeron las haciendas de las naciones.
45Para que así guarden sus decretos
y observen su ley. Aleluya.  

105 Género. Por forma y contenido, se sitúa en la zona poco definida entre himno y acción de gracias. Es una meditación histórica, con bastante de profesión de fe y una punta parenética. Se puede agrupar con los salmos 78, 106 Y 136. Detrás del Sal 104 Y a pesar de la enorme distancia poética, puede completar un díptico de naturaleza e historia, como en los capítulos finales del Eclesiástico. Cuenta una etapa decisiva en la historia del pueblo.
Dios es el protagonista de esta historia estilizada. A partir del v. 11 casi todos los verbos tienen por sujeto a Dios: da órdenes que se cumplen (31.34), envía un personaje (17), puede herir o golpear directamente (33.36); hasta penetra en la voluntad del hombre para dirigir por ella los acontecimientos (25). La acción humana es mínima o limitada. Este modo de contar quita dramatismo a la historia, Es que no pretende contar, sino alabar a Dios.
Alianza o promesa. La historia aquí contada o cantada está regida por la unidad de proyecto y realización. Al principio y al final dice el poeta que Dios "se acuerda: de la alianza / de la promesa" (8.42). ¿Cuál de las dos prepondera: la alianza sinaítica, condicionada, o la promesa patriarcal, incondicional? Aunque llame "alianza" la de Abrahán y emplee el verbo deuteronómico, en la sustancia es promesa, que se extiende a los sucesores. Aunque habla mucho de Moisés, no lo recuerda como mediador de la alianza sinaítica, sino como cumplidor de la promesa hecha a Abrahán. El juramento es "daré" (11) y el cumplimiento es "dio" (44). Suena a objeción el verso final, en el que todo parece desembocar: "para que guarden y cumplan". No hay contradicción: hasta la entrada de los israelitas en Canaán impera la romesa; a partir de ahí toca al pueblo responder cumpliendo la ley. El cumplimiento es consecuencia, no condición.
Composición y estilo. El invitatorio es dilatado. Podemos escuchar como inclusión 8 con 42 y 11 con 44. En el v. 12 la acción se pone en movimiento. La cronología está invertida: tanto el narrador como el protagonista controlan por adelantado los sucesos. Anticipar un suceso en previsión de otro posterior es como anticipar una promesa en previsión de su cumplimiento. Ha desaparecido todo lenguaje mitológico o imaginativo: la historia desfila con rasgos empíricos de la tradición. Predomina un paralelismo sinonímico bastante académico. Aunque en verso, el estilo es prosaico.
105,1-7 Largo invitatorio marcando un tempo andante. Aunque el tema es nacional, quiere un auditorio internacional (1), ya que "nuestro Dios" es universal (7).
105,5 Las "sentencias" son tanto judiciales como legales, son actos de gobierno.
105,6 El paralelismo deja por ahora sitio a dos patriarcas: Is 41,8.
105,8-11 Planteamiento de la historia sucesiva. Se presenta la terna oficial de los patriarcas. Citada en los relatos de vocación de Moisés (Ex 3,6; 6,2), de intercesión (Ex 32, 13) ; véanse también Lv 26,42; Jr 33,26. Elabora un tejido poco diferenciado de verbos, "mandar, estipular, confirmar", y complementos "alianza, palabra, juramento, decreto": todo ello de duración perpetua. El contenido es escueto: "a ti te daré".
105,12-15 Andanzas patriarcales. De todos los episodios que le ofrece la tradición escoge tres en que la matriarca estuvo amenazada (Gn 12,10-20; 20,1-18; 26,1-11): esto acentúa el tema de la "estirpe" legítima. Los títulos "ungidos, profetas" son insólitos. Ungidos ¿como reyes, como sacerdotes? Profeta por la intercesión (Gn 20,7).
105,16-22 José desempeña un papel principal en la historia. Sin ser un cuarto patriarca, tiene un papel preponderante entre los hermanos (cfr. 1 Cr 5,1 s). El pluscuamperfecto (17) indica la previsión del proyecto divino. "Lo acreditó": a la letra "lo acrisoló", que a veces se predica de la palabra. Su actividad de gobierno tiene carácter sapiencial (22).
105,24 En un verso resume siglos: en territorio extranjero madura la promesa de descendencia.
105,25. El cambio de actitud de los egipcios lo atribuye Ex 1,8 a cambio de dinastía.
105,26-27 Moisés y Aarón serán protagonistas del próximo episodio: las plagas. El autor les confiere los mismo títulos que a los patriarcas (6). Su tarea será taumatúrgica.
105,28-36 Selecciona siete plagas y coloca en los extremos las tinieblas y la matanza de primogénitos.
105,29 Los peces eran alimento básico de los egipcios.
105,30 Una corrección ingeniosa lee "en las estancias reales croaban".
105,32 La tormenta es fenómeno inusitado en Egipto.
105,36 "Primicias de la virilidad": Gn 49,3; Dt 21,17; Sal 78,51.
105,37 -38 Así culmina la salida, sin el magnífico paso del Mar Rojo.
105,39-41 La etapa del desierto se concentra en la guía, la comida y la bebida. Desaparecen fatigas, peligros y motines. No se registra una parada en el Sinaí. No se acuerda del cólico de codornices.
105,42 Incluso la palabra "alianza" se retira y cede todo el espacio a la promesa patriarcal.
105,43-44 Dos versos resumen la epopeya: salida gozosa y triunfal, entrada en la tierra para tomar posesión de ella.
105,45 Así empieza la tarea en la tierra: cumplir la ley del Señor. Todo ha procedido sin tropiezo, y es fácil entonar el aleluya. Pero cuidado, que detrás viene el salmo de los siete pecados capitales.

Trasposición cristiana.
El tema de la promesa, contrapuesta a la ley, es fundamental en la teología de Pablo. Para comenzar léanse Gal 3,16-18.26-29; Rom 4,16. La Iglesia debe incorporar a su alabanza la historia de Israel, como parte de su historia. Después puede añadir otras meditaciones de su historia.

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