martes, 3 de abril de 2012

SALMO 95 (94)

(Heb 3,7-4,10)
1Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
2entremos a su presencia con acción de gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos.
3Porque el Señor es el Dios Máximo,
rey supremo de todos los dioses.
4En sus manos las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes.
5Suyo es el mar porque él lo hizo,
y la tierra firme que modelaron sus manos.  

6Entrad, doblegados rindamos homenaje
bendiciendo al Señor, Creador nuestro.
7Que él es nuestro Dios y nosotros su pueblo,
el rebaño de su aprisco.  

¡Ojalá le hagáis caso hoy!:
8«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de la prueba en el desierto:
9cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mi acción.
10Cuarenta años me asqueó aquella generación,
dije: Son un pueblo de corazón extraviado
que no reconoce mi camino.
11Por eso juro indignado
que no entrarán en mi descanso».

95 Lo típico de este salmo, como del 81, es el montaje de dos piezas, a primera vista heterogéneas. Comienza con una procesión festiva en la que se canta un himno. De repente se alza la voz de Dios con una amonestación grave y una amenaza condicionada. Dios, el aguafiestas del festejo que le dedican. Puede contrastarse con 132,7, semejante al v.2, a lo cual responde el Señor aceptando el homenaje. El salmo es coherente en la serie de salmos de realeza: victoria y reinado del Señor (93), actividad judicial (94), homenaje e imposición de autoridad (95).
Palabras clave del salmo son reposo y entrada. a) "Reposo" del pueblo: Nm 10,33; Dt 12,9; 1 Re 8,56; Is 32,18; correlativamente de Dios 1 Cr 28,2; Sal 132,8.14; Is 66,1. El reposo del Señor garantiza y modela el del pueblo. b) "Entrar" es pieza clave de la liberación: es la conclusión, tras la salida de Egipto y el camino por el desierto. Explota el término Dt 26,1-10. El salmo lo explota de manera dramática: "Venid, avancemos, entrad ... -¡No entrarán!"
Si el salmo es postexílico, como parece, ¿por qué no explota la experiencia reciente del destierro? Porque quiere remontarse a los orígenes, al tiempo del desierto como situación ejemplar. La bina Masá - Meribá nos remite al episodio del agua que brota de la roca: Ex 17,7. En cambio, el juramento divino pertenece al episodio de los exploradores, Nm 13-14, en el cual el pueblo es castigado a seguir en el desierto sin entrar en la tierra.
95,1-2 Invitatorio primero. Se pone en marcha la procesión entre gritos, aclamaciones y música.
95,3 Creo que se refiere polémicamente a divinidades extranjeras, sin discutir su entidad, sin una postura tajante como la de Is 40-55. En el panteón babilónico se distinguen dioses mayores y menores.
95,4-5 Soberanía sin esfuerzo, creación sin lucha. En cuatro hemistiquios nos ofrece una vista panorámica: simas y cimas, mar y tierra firme. En el panteón de Mesopotamia los dioses se reparten las zonas de influencia; en Israel Yhwh concentra todo el poder.
95,6-7a Invitatorio segundo. Entrada y homenaje al "Hacedor" del pueblo: Is 27,7; 44,2; 51,13 etc.), y pastor del "rebaño": Sal 74,1; 79,13; 100,3.
95,7b Una voz invita a escuchar "hoy" un mensaje actualizado.
95,8-9 Por la etimología, Meribá suena a Fuente del careo, Masá, a someter a prueba; compárese con Dt 33,8.
95,11 En particular Nm 14,28-30.

Trasposición cristiana.

Nos la da hecha el comentario de Heb 3,7-4,11, aplicado a la situación cristiana.

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