1iNo a
nosotros, Señor, no a nosotros!
Hazle
honor a tu nombre,
por tu
lealtad y tu fidelidad.
2¿Por qué han de decir los paganos:
2¿Por qué han de decir los paganos:
Dónde
está su Dios?
3-Nuestro
Dios está en los cielos
e hizo cuanto quiso.
e hizo cuanto quiso.
4Sus
ídolos son plata y oro,
hechura de manos humanas:
5Tienen boca y no hablan,
hechura de manos humanas:
5Tienen boca y no hablan,
tienen
ojos y no ven,
6tienen
orejas y no oyen,
tienen
nariz y no huelen,
7tienen manos y no tocan,
7tienen manos y no tocan,
tienen
pies y no andan,
no
tiene voz su garganta.
8Sean
como ellos los que los fabrican
y cuantos confían en ellos.
y cuantos confían en ellos.
9Israel,
confía en el Señor:
él es su auxilio y escudo.
él es su auxilio y escudo.
10Casa de
Aarón, confía en el Señor:
él es su auxilio y escudo.
él es su auxilio y escudo.
11Fieles
del Señor, confiad en el Señor:
él es su auxilio y escudo.
él es su auxilio y escudo.
12EI Señor
se acuerda y nos bendice:
Bendiga
a la Casa de Israel,
bendiga a la Casa de Aarón,
l3bendiga a los fieles del Señor,
pequeños y grandes.
bendiga a la Casa de Aarón,
l3bendiga a los fieles del Señor,
pequeños y grandes.
14Que el
Señor os acreciente
a vosotros
y a vuestros hijos;
15Benditos seáis del Señor,
15Benditos seáis del Señor,
que hizo
el cielo y la tierra.
16EI cielo pertenece al Señor,
16EI cielo pertenece al Señor,
la tierra
se la ha dado a los hombres.
17Los muertos ya no alaban al Señor
17Los muertos ya no alaban al Señor
ni los que
bajan al silencio.
18pero nosotros
bendeciremos al Señor
ahora y por siempre. Aleluya.
ahora y por siempre. Aleluya.
115 Género y situación. Es un himno
especial. En la alabanza se expresa la fe. De la alabanza se pasa suavemente a
la acción de gracias, la fe desliza suavemente a la confianza, y ésta solicita
la bendición divina. Esta variedad de elementos inducen a considerar el salmo
como texto de una acción litúrgica que unifica contextualmente sus elementos. No
podemos precisar más.
Una
serie de indicios convergentes muestran que la situación es el destierro. El autor
arranca del primer mandamiento completado con el segundo; añade el recuerdo de
Dios creador, según Gn 1.
Primer
mandamiento e idolatría. En Babilonia los judíos no tienen templo ni santuarios locales. No
poseen imágenes de su Dios, pues les están prohibidas. En contraste, el panteón
babilonio es nutrido, las divinidades cuentan con santuarios locales, y sus
estatuas son veneradas con solemnidad. Los babilonios, mezclando curiosidad con
burla, preguntan a los judíos dónde está su dios. La aparente ausencia les
sirve a los judíos de trampolín para remontarse a lo más alto y lanzar desde
allí su respuesta ad hominem: Nuestro Dios está en el cielo y ha hecho cielo y
tierra; vuestros dioses están en la tierra, y los han hecho los hombres. El
nuestro tiene
querer y poder, los vuestros son inertes. La polémica es popular y superficial,
se agota en la burla. Las implicaciones son más ricas. Primera, la necesidad o
costumbre humana de percibir para reconocer la presencia: casi una estructura
sacramental. Segunda, la tendencia del homo faber a fabricar imágenes,
también de dioses.
El
Dios creador. En
este punto no polemiza con las concepciones paganas, sino que toma sus datos
del Génesis: creación de cielo y tierra, con el verbo "hacer" (15);
bendición de la fecundidad (12.14), dominio de la tierra (16).
Composición
y estilo. Tras
breve introducción (1), se desarrolla la polémica contra los ídolos (2-8);
sigue la triple profesión de confianza (9-11) Y la correspondiente bendición
divina (12-14), ampliada con el recuerdo de la creación (15-16); concluye con
el silencio de los muertos y la bendición de los vivos (17-18). El estilo se
distingue por las repeticiones en serie: son de más efecto si se recitan coral
mente.
115,1 "Haz
honor" o "da gloria". Ni otros dioses (Sal 29,1), ni familias de
pueblos (Sal 96,7), ni el presidente con su asamblea, sino Dios mismo se ha de
glorificar: mostrando en acción sus cualidades. Compárese con Is 42,8; 48,11.
115,2
La misma pregunta, de extranjeros o enemigos, en Sal 42,4.11; 79,10.
115,3 La
fórmula expresa el poder incontrastado o supremo: 1 Re 9,1; Is 46,10.
115,4 "ídolos":
el mismo término escoge Is 46,1; 48,5; de los mismos materiales nobles: Os 4,17;
8,4.
115,5-7
Es claro que el autor ha buscado el número siete. Falta el gusto y con él el comer,
tema del episodio burlesco de Dn 14,1-22. El último complementa al primero: labios
y garganta. Véanse Jr 10,5; Is 46,1.7.
115,8
Dios hace al hombre a su imagen - el artífice hace una estatua a su imagen - el
artista se vuelve semejante a su imagen. Con el término "vanidad" lo
dice Jr 2,5. Véase el desarrollo de Sab 15.
115,9-11
De los tres grupos interpelados, el primero es el antiguo y nuevo nombre de la comunidad
histórica, el segundo engloba a los sacerdotes como supuestos descendientes de
Aarón, el tercero es designación corriente de la comunidad. "Confiar"
expresa una relación radical, casi equivalente a fe; entra en concurrencia con
otras confianzas en valores humanos.
115,12-13
Al triple acto de confianza responde la triple bendición de Dios, en forma suplicatoria.
"Pequeños y grandes": sirve para completar un paralelismo. Pero puede
recordarnos relatos patriarcales en que sólo el mayor = grande recibe la
bendición (Gn 27); o el menor se lleva la bendición preferente (Gn 48). El
salmo no hace distinción.
115,14
Fecundidad, efecto de la bendición divina: Dt 1,11; cfr. 1 Cr 21,3.
115,15
Bendición eficaz del que con su palabra hizo el universo.
115,16
El Señor se reserva el cielo como morada y no lo comparte con otras divinidades.
El Salmo abarca a toda la tierra y toda la humanidad.
115,17
¿Qué atrae a este lugar el recuerdo de los muertos? Quizá la coyuntura histórica,
la matanza en la destrucción de Jerusalén: cfr. Bar 2,18. O bien, porque la región
subterránea completa la articulación de cielo y tierra: véase Sal 88.
115,18 "Nosotros"
designa a la comunidad presente e incluye a los descendientes. Si alabamos,
estamos vivos; si estamos vivos, es para alabar.
Trasposición
cristiana.
La idolatría adopta hoy otras formas: ídolos
seculares, ídolos mentales (véase el comentario de Sal 82). También la Iglesia
recibe ahora la tierra como tarea
compartida con los hombres. Según aparece en Ef 1, el Padre nos colma de toda clase de bendiciones.
compartida con los hombres. Según aparece en Ef 1, el Padre nos colma de toda clase de bendiciones.
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