viernes, 6 de abril de 2012

SALMO 103 (102)

(Eclo 18,8-14)
1Bendice, alma mía, al Señor
y todo mi interior,
a su santo nombre.
2Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.

3ÉI perdona todas tus culpas,
cura todas tus dolencias.
4ÉI rescata tu vida de la fosa
y te corona con su bondad y compasión.
5ÉI te sacia de bienes en la adolescencia
y tu juventud se renueva como la de un águila.
6EI Señor hace justicia
y defiende a los oprimidos. 

7Enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los israelitas.
8«EI Señor es compasivo y clemente,
paciente y misericordioso».
9No está siempre pleiteando
ni guarda rencor perpetuo.
10No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
11Pues como se eleva el cielo sobre la tierra,
así vence su misericordia a sus fieles.
12Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
13Como un padre se enternece con sus hijos,
así se enternece el Señor con sus fieles.
14Pues él conoce nuestra condición
y se acuerda de que somos barro. 
 

15EI hombre dura lo que la hierba,
florece como flor campestre,
16que el viento la roza, y ya no existe,
su puesto no vuelve a verla.
17pero la misericordia del Señor con sus fieles
dura desde siempre hasta siempre;
su justicia pasa de hijos a nietos,
18para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos.
19EI Señor afirmó en el cielo su trono,
su reinado gobierna el universo. 
 

20Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes,
prontos a cumplir su palabra.
21Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís su voluntad.
22Bendecid al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio.
Bendice, alma mía, al Señor.

103 Género. Es una acción de gracias muy próxima al himno. El verbo brk, cuando responde a un beneficio recibido, significa agradecer. El salmo lo repite dos veces al comienzo y tres al final. Invitados son: primero el yo, en un desdoblamiento conocido, como una movilización total de la persona. Al final, criaturas celestes, "angeles y ejércitos" (estelares) y todas las obras creadas. Motivación: primero seis participios, que fijan acciones o actividades divinas (3-6); siguen otros recursos, como la cuádruple negación (9-10), la triple comparación (11-14), la antítesis (15-17). El tema central es la misericordia, con referencia a Moisés y la alianza (7-8.17-18).
Misericordia ¿para quién? El salmo comienza con un asunto personal. En el v. 10 pasa al plural: "nosotros", (el pueblo de la alianza); pero en el v. 14 se remonta a la creación del hombre. Se da un doble proceso, de ensanchamiento y estrechamiento. De lo personal al pueblo, a la humanidad. Del presente a la historia, a la eternidad de Dios. En sentido opuesto: una misericordia fundada en la condición humana se concentra en un pueblo, condicionada por la observancia de los mandamientos.
Situación o arranque. Tres alternativas. a) Podemos imaginar que el orante ha sido "curado" (3), salvado de la muerte (4); inundado de gozo agradecido, se va abriendo a un horizonte amplio. b) Que los desterrados "oprimidos" (6) han obtenido la libertad y han vuelto a la patria: en ese hecho se ha manifestado de nuevo lo que la tradición contaba de Moisés y la alianza; uno de los repatriados introduce su experiencia personal (1-2). e) Un judío devoto medita el título divino "compasivo y clemente" (8) y lo proyecta a su experiencia personal, a la vida del pueblo, a los hombres en general. Las tres hipótesis iluminan la estructura mental del salmo.
La tradición de Moisés: hay que comparar 17-18 con Ex 20,6; el v. 8 con Ex 34,6. Las comparaciones. La de la hierba es corriente, p. ej. Sal 102,5,12; ls 40,7s. La del águila: ls 40,31. Las comparaciones cósmicas son de altura y distancia: la altura máxima, que es el cielo: Sal 36,6; 57,11; la distancia máxima, que son los extremos del orbe habitado. Como a estas comparaciones impresionantes les falta la emoción humana, el autor recurre al símbolo de la paternidad divina, bien establecido en la tradición bíblica: Ex 4,23; Dt 8,5; ls 1,2; Os 11 ,8s; Jr 31,20. El padre perdona porque conoce y comprende.
103,2 "Beneficios": un uso de "retribución" benéfica raro, compartido sólo con 2 Cr 32,25 y dos proverbios impersonales.
103,3-6 Los seis participios son enumerativos. Podemos agrupar tres: perdona el pecado, causa, cura la enfermedad, consecuencia, salva de la muerte, castigo o destino. Los otros tres introducen la terna "compasión, misericordia, bondad" y la bina "justicia y derecho" a favor de los "oprimidos".
103,3 El "perdonador": el verbo hebreo es raro en el salterio: 25,11, el adjetivo en 86,5, el sustantivo en 130,4. "Médico": Ex 15, 26 y otros.
103,4 "Rescatador" título y acción frecuentes en ls 40-55: significa recobrar una propiedad o una libertad: rescate extremo, del poder de la Muerte. "Coronador": puede significar ceñir una corona o turbante y también, rodear protegiendo. Aquí encaja mejor el segundo significado.
103,5 "Saciador": puede incluir bienes materiales y espirituales. "Como un águila": superada una enfermedad mortal, el hombre se siente rejuvenecido.
103,6 Hace de charnela. Mirando hacia atrás, generaliza la experiencia personal; mirando adelante, sugiere la primera etapa de Moisés, la "opresión" en Egipto; en Babilonia según Jr 50,33.
103,7 Por la ley del paralelismo, los dos predicados valen para los dos sujetos: véase Ex 19,13. 8. En Ex 34,6 se presenta la fórmula como autoproclamación del Señor. Otros textos litúrgicos ofrecen con variaciones la fórmula: JI 2,13; Jon 4,2; Sal 86,15; 145,8; Neh9,17.
103,9-10 Empieza el comentario con cuatro oraciones negativas, que no niegan los verbos, sino los adverbios. Acusa y pleitea, pero no perpetuamente; paga y castiga, pero no como merecemos. A la queja de Lam 5,20, a la pregunta de Sal 77,8 responde: "no para siempre"; el doble castigo de Is 40,1 lo corrige: "no como merecemos". La medida del castigo no es el delito, porque su justicia está temperada y superada por la misericordia.
103,11-13 Las tres comparaciones ya comentadas.
103, 14 Términos de alfarería. Nadie como el alfarero conoce el material empleado y el modelado impreso (Gn 6,5). Nuestra fragilidad de cerámica es nuestra mayor ventaja, porque nuestro alfarero es nuestro padre. Léase el desarrollo paralelo de Eclo 18,8-14.
103,15-16 El hombre de barro tiene una vida vegetal: de humilde hierba, de belleza efímera e indefensa. Tiene un lugar en el suelo, en el mundo; cuando se va, no vuelve, y el lugar acostumbrado lo espera en vano.
103,17 -18 La "misericordia" parece limitarse a la comunidad de los fieles, se desplaza hacia la lealtad debida a la "alianza"; la "justicia" es exigencia de observancia. Entonces, ¿es una misericordia condicionada? Cabe otra explicación: que, una vez perdonados, se enmienden y cumplan los mandamientos; lo contrario sería presunción: Eclo 5,4-6. La misericordia y el perdón no son carta blanca para el delito.
103,19 Este verso nos coge por sorpresa. Lo justificamos suponiendo que el Señor se sienta después de la victoria de la misericordia y para recibir el homenaje de su corte y de la creación.
103,20-21 La equivalencia o vinculación de "ángeles" y "astros" la podemos apreciar comparando textos de Job que, tratando el mismo tema, cambian los sujetos: 4,18; 15, 15; 25,3.5; 38,7. Los seres celestes están al servicio inmediato del Señor para cumplir sus encargos.
103,22 Todas sus "obras" o criaturas: el salmo 148 las enumerará.

Trasposición cristiana.

 Este salmo anticipa la revelación por Jesús de la paternidad de Dios, tema central del evangelio de Juan, Puestos a escoger, recordemos el padrenuestro, la oración en la cruz (Lc 23,34), la parábola del hijo pródigo, la revelación de Mt 11,25-27; Lc 10,21 s.

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