viernes, 6 de abril de 2012

SALMO 101 (100)

(Sal 72; 2 Sm 23,1-7)

1Voy a cantar la bondad y la justicia:
para ti es mi música, Señor.
2Voy a explicar el camino perfecto:
¿Cuándo vendrás a mí?
Quiero proceder con recta conciencia
dentro de mi casa. 
 

3No dedicaré mi atención a asuntos indignos;
aborrezco las acciones criminales
y no se me pegarán.
4Lejos de mí una conciencia torcida,
no quiero trato con la maldad.
5Al que en secreto difama a su prójimo
lo haré callar.
Ojos engreídos, mentes ambiciosas,
no los soportaré ... 
 

6Pongo los ojos en* gente de fiar
para que habiten conmigo.
El que sigue un camino perfecto
estará a mi servicio.
7No habitará dentro de mi casa
quien cometa fraudes.
8El que dice mentiras
no durará en mi presencia.
9Cada mañana haré callar
a los malvados del país,
para excluir de la Ciudad de Dios
a todos los malhechores.
 
 

101 Género y situación. Comienza como himno o canto con acompañamiento en honor del Señor. De repente el orante empieza a enumerar sus propósitos de buen gobierno. Hace sentido en boca de un rey o gobernante al comenzar su mandato. Algunos los han calificado de "espejo de príncipes", otros, de discurso de la corona, incluso de juramento de la constitución teocrática por parte del rey; y aducen Dt 17,18s. Lo curioso es que una declaración de buenos propósitos se califique de canto en honor del Señor. Pero la paradoja es parte del sentido: si otros cantan la libertad o la alegría, el autor canta la justicia con la misericordia ..
También es extraña la pregunta del v. 2 ¿cuándo vendrás a mí? Como si Dios, en respuesta a los buenos propósitos debiera acudir a una cita con el gobernante. Creo que el salmo está estilizado como si lo pronunciara David antes de trasladar el arca a su casa: 2 Sm 6,9.12. El salmo viene detrás de la serie 93-99: ¿tiene relación con ella? El 98 anuncia la "venida" del Señor, el 99 enuncia la dimensión ética de la justicia divina. En éste el Señor viene a ejercer su gobierno justo por medio de un gobernante "según su corazón".
Composición. Tras la introducción (1-2a) sigue la enumeración, que no se presta a refinamientos. Baste advertir la alternancia de positivo y negativo, especificación de hacer el bien / apartarse del mal.
Justicia y misericordia. La justicia alcanza a súbditos y colaboradores. En vez de fijarse en las víctimas como p. ej. el 72, el salmo se fija en "malvados y malhechores": hay que hacerles frente para proteger a los oprimidos. A los colaboradores dedica mucha atención el orante. Siendo en Israel la monarquía absolutista, aunque sometida a la ley del Señor y a la palabra profética, la elección de colaboradores era decisiva. Nos parece obvio, pero es interesante que el salmo le dé un respaldo
litúrgico y teológico. Léanse como ilustración:
Prov 20,26; 25,5; 29,2; Eclo 10,1 s; y la síntesis perfecta de Is 32,1.
La justicia estará temperada por la misericordia. ¿Son cualidades de Dios o del hombre? El comienzo hímnico nos hace pensar que son de Dios, el resto del salmo nos asegura que son del hombre. Digamos que la conducta del reyes imitación y mediación de la acción divina. ¿En qué relación se encuentran ambas? Son complementarias: justicia sin piedad puede ser despiadada, inhumana. Los griegos añadían a la dikaiosyne la epieikeia, los romanos a la iustitia la aequitas. Un
caso egregio de tensión se lee en 2 Sm 14; enuncia la doctrina Sab 12,18s.
101,1 La bina se lee en la versión griega de Prov 20,28. Si el orante es el fingido David, el canto alude a su actividad musical: 1 Sm 16,14-23; 1 Cr 15-16; 25.
101,2 "Explicar" es un verbo sapiencial. El "camino" es el modo de proceder de Dios: en boca de David, Sal 18,31.33. Se invierten los papeles: en vez de ir el hombre a la casa de Dios, va Dios a la casa del hombre. "Con recta conciencia" se dice del rey de Guerar (Gn 20,5), de David (1 Re 9,4; Sal 78,72. "Dentro de mi casa": la casa - dinastía ocupa puesto central en la teología de la monarquía; en el salmo es central el eje espacial. Es como una limpieza general, empezando por palacio y siguiendo por la capital del reino. El supuesto David emprende una purificación ética del gobierno preparando la venida del Señor.
101,3 "Indignos": el adjetivo hebreo denota delitos graves. "Aborrezco": Prov 16,12. "No se me pegará": Job 31,7 en el juramento de inocencia.
101,4 ''Torcida'', tortuosa: Prov 11,20; 17,20.
101,5 "Difama" es verbo raro: sólo se lee aquí y en Prov 30,10. "Soberbia, ambición, codicia" son la raíz del mal gobierno: véase Prov 21,4.
101,6 Parte positiva en la elección de colaboradores: compárese con Eclo 37,7-15 para la esfera privada. "De fiar": como Moisés (Nm 12,7), Samuel (1 Sm 3,20), testigos (Is 8,2), un recadero (Prov 25,13). * = O: escojo.
101,9 La mañana es hora de pronunciar sentencia: Jr 21,12; 2 Sm 15,2. El rey sueña con una ciudad ideal en la que no queden malvados, puesto que es la ciudad del Señor.
Trasposición cristiana.
 Por su visión lúcida y su concentración ética, el salmo conserva validez. ¿Es aplicable también al gobierno de la Iglesia? Habrá que preguntar si ambición y codicia están extirpadas, si el engaño y difamación como recurso ya no tienta. Si quienes ejercen el poder en la Iglesia muchas veces presiden el culto, recuerden que un examen de conciencia y un propósito articulado de buen gobierno también son música para el Señor.

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