domingo, 29 de abril de 2012

SALMO 107 (106)


1Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
2Díganlo los rescatados por el Señor,
los que rescató del poder enemigo;
3los que reunió en varias regiones:
oriente y poniente, norte y sur.

4Erraban por un desierto solitario,
no acertaban con la dirección de poblados,
5pasaban hambre y sed
y desfallecía su aliento.
6pero gritaron al Señor en su angustia,
y los libró de la tribulación.
7Los guió por un camino llano
para que dieran con un poblado.
8Den gracias al Señor por su misericordia
por las maravillas que hace por los hombres.
9Calmó las gargantas sedientas
y a los hambrientos los colmó de bienes.
10Yacían en oscuridad y tinieblas,
cautivos de hierros y desgracias,
11 porque se rebelaron contra la orden de Dios
despreciando el plan del Altísimo.
12Quebrantó su ánimo con trabajos,
sucumbían y nadie los socorría.
13pero gritaron al Señor en su angustia
y los libró de la tribulación.
14Los sacó de la oscuridad y la tiniebla,
e hizo saltar sus correas.
15Den gracias al Señor por su misericordia
por las maravillas que hace por los hombres.
16Quebró las puertas de bronce
y arrancó los cerrojos de hierro.

17Andaban pasmados por sus maldades,
por sus culpas tenían que ayunar*:
18les repugnaban cualquier manjar
y ya tocaban las puertas de la muerte.
19pero gritaron al Señor en su angustia
y los libró de la tribulación.
20Envió su palabra para curarlos,
para sal varios de la extinción.
21Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace por los hombres.
22Ofrézcanle sacrificios de acción de gracias
y cuenten sus acciones aclamándolas.

23Se adentraron en naves por el mar,
comerciando por la extensión del océano.
24Contemplaban las obras de Dios,
sus maravillas en lo profundo.
25Mandó alzarse un viento tormentoso
que hinchaba el oleaje.
26Subían a los cielos, bajaban al abismo,
el estómago revuelto por el mareo.
27Rodaban y se tambaleaban como borrachos,
y no les valía su pericia.
28Pero gritaron al Señor en su angustia
y los libró de la tribulación.
29Apaciguó la tormenta en suave brisa
y enmudeció el oleaje.
30Se alegraron de aquella bonanza,
y los condujo al ansiado puerto.
31Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace por los hombres.
32Aclámenlo en la asamblea del pueblo,
alábenlo en el consejo de los ancianos.

33Transforma los ríos en desierto,
y los manantiales en sequedal;
341a tierra fértil en marismas,
por la maldad de sus habitantes.
35Transforma el desierto en estanques
y el erial en manantiales.
36Asienta allí a los hambrientos,
y fundan una población.
37Siembran campos, plantan huertos,
que dan fruto en la cosecha.
38Los bendice y se multiplican
y no les escatima el ganado.
39Si menguan abatidos por el peso
de infortunios y penas,
40el que arroja desprecio sobre nobles
y los descarría
por una inmensidad sin caminos,
41levanta a los pobres de la miseria
y multiplica sus familias como rebaños.

42Los rectos lo ven y se alegran,
a la maldad le tapan la boca.
43EI inteligente, que retenga estos hechos
y medite la misericordia del Señor.

 107 Género y composición. Gran cántico de acción de gracias, con un amplio apéndice. Empiezo por la parte bien construida, versos 4-32. Son cuatro episodios típicos, jalonados en su proceso por dos estribillos. Aunque la extensión varía, el esquema es riguroso: tribulación - súplica - liberación - acción de gracias; el segundo estribillo ocupa cada vez el penúltimo verso. Con una breve introducción y una conclusión quedaría perfecto, cuadrado.
El armonioso cuadrilátero limita por arriba con un breve invitatorio que manifiesta una situación: "rescatados" (del destierro) y "reunidos" (de la diáspora). Limita por abajo con una reflexión de estilo diverso y sin estribillos: 33-41. Aunque sea alabanza del Señor, tema y estilo discrepan notoriamente. De un artista que planea con tanta armonía no se espera que estropee su obra con un anejo que resulta un pegote. Habrá que estudiarlo por lo que vale en sí.
Estilo. Voy a fijarme en el cuadrilátero central: es patente la voluntad constructiva, templada con alguna libertad lírica. Si corregimos la primera palabra del v. 4, los cuatro episodios comienzan en forma nominal, con participio o sustantivo. Es como tomar personajes de varios sucesos, fijarlos en una designación y ponérselos delante al lector. Imaginemos en una sala cuatro cuadros colgados que llevan debajo sendos títulos: "Perdidos en el desierto", "Prisioneros a oscuras", "Pasmados", "Navegantes": véase la cuaterna de Prov 30,11-14. 
En la ejecución de los cuadros el autor cede al gusto descriptivo, que ejerce con rasgos selectos y breves. Además de los personajes, le interesa el escenario. Usa el paralelismo con más finura: como cauce formal para contenidos correlativos, complementarios.
107,1 Fórmulas litúrgicas: comienzo de Sal 106, 107, 118, 136; estribillo del 136.

107,2-3 "Rescatar" es término favorito de Isaías Segundo (43,1; 44,22s; participio 51, 10). Los cuatro puntos cardinales apuntan a una diáspora dilatada; aunque podrían ser hipérbole, según Is 43,5s. Colocada aquí, la cuaterna concuerda con el cuadrilátero del poema.
107,4-9 Primer cuadro. Por su carácter típico puede referirse a caravanas profesionales, habituales, o a otras excepcionales. Incluso guías profesionales pueden extraviarse (Job 6,18-20). "Poblado" va sin artículo: no es uno determinado, término del viaje, sino alguno que remedie la situación. "Hambre y sed" indican que se han acabado las provisiones: léase la historia patética de Hagar en Gn 21,9-18. El camino peligroso por el desierto, además de su sentido empírico, suscita muchos recuerdos: patriarcales, del éxodo, del retorno. Contando con ello y con el valor metafórico de "extravío, encaminar", el cuadro se abre a la lectura simbólica.
107,6 Primer estribillo. Para la bina véanse Jr 19,9; Sof 1,15; Sal 119,143. Grito y liberación están aliterados y colocados en los extremos del verso.
107,8 Segundo estribillo. El nombre de Dios es Yhwh; la liberación se extiende a "seres humanos" sin limitación.
107,10-16 Segundo cuadro: encarcelados. A la descripción genérica se superponen rasgos que pueden sonar como alusiones históricas, especialmente de Babilonia.
107,10-11 Con economía sintetiza mazmorras oscuras, calabozos lóbregos, hierro de rejas y cepos, puertas y cerrojos (Is 45,2). En el lenguaje bíblico es original ese acoplamiento de elementos heterogéneos, "hierros y desgracias". La prisión es merecida por el delito de rebelión contra el Soberano. En las cárceles de Babilonia vivieron y murieron muchos deportados (cfr. 2 Re 25,27). El mero destierro lo sentían muchos como una cárcel.
107,14 Las "correas" hacen pensar en el yugo de la esclavitud y de trabajos forzados: Jr 2,20; 5,5; Nah 1,13.
107,17-22 Tercer cuadro: enfermos. Es el menos definido en la descripción, el más articulado en las etapas. El esquema coincide sustancial mente con el de los otros cuadros y no menos con el esquema de súplica de enfermo: pecado – enfermedad grave – súplica - curación por una palabra - acción de gracias con sacrificios - relato de la gracia obtenida: compárese con Sal 32 y 38.
107,17 Creo que el sustantivo inicial es parte de la enfermedad, causada por el pecado. No está claro si se concibe como dolencia física o como perturbación mental. Quizá los hebreos no hicieran una distinción tan neta. * O: mortificarse.
107,18 Síntoma grave que conduce a la inanición. Es interesante el paralelo de Job 33,19-28.
107,20 La "palabra" puede ser una orden divina eficaz; o el anuncio de la curación cierta; o la intervención de un profeta, como Is 38.
107,22 "Sacrificios": quizá los estatuidos en Lv 7,12-15; 22,29.
107,23-32 Cuarto cuadro: navegantes. Dado que los israelitas no eran pueblo marinero, algunos sospechan un origen fenicio del fragmento. Las referencias del AT son escasas: la aventura de Jonás; 1 Re 9,27; 10,22; Eclo 43,24. Es indudable que el autor conocía por experiencia o de oídas los peligros de la navegación. El poeta piensa en el comercio marítimo (Sab 14,2s), representado ejemplarmente por los fenicios: Is 23; Ez 27; Sab 14,2s.
107,24-25 En el mar esperaban los antiguos contemplar cosas extraordinarias: Sal 104,25s; Eclo 43,25. Hasta aquí la navegación es proficua e interesante; hasta que de repente Dios, que controla los vientos (Sal 104,4), despacha con una orden la tormenta que encrespa el oleaje.
107,26 Descripción del mareo, sentido más bien en la garganta.
107,29-30 El cesar de la borrasca, una sensación de silencio, es también acción de Dios, que guía como timonel la nave al puerto 107,32 Distingue y une pueblo y autoridades (no menciona un rey). La mención del "senado" es única en el salterio.
107,33-41 Como reflexión aparte, es un texto interesante. En clave histórica su tema central es el paso del pueblo a la vida sedentaria: ello implica la expulsión de los habitantes anteriores (40) y la transformación de los elementos naturales. En clave de principios teológicos, el autor se remonta a un plano superior: la soberanía de Dios sobre la naturaleza y los destinos humanos. La naturaleza distingue desierto y tierra fértil: Dios invierte los papeles. Los seres vivos se multiplican y menguan: Dios controla ambos movimientos y los hace alternarse. La sociedad distingue nobles y plebeyos: Dios cambia las fortunas. La visión teológica es poética y no ceñida a los puros datos empíricos. Su recurso principal, lógicamente, es el contraste.
107,33-35 El poder de Dios sobre los elementos es tema cantado en Is 35 (quizá de Isaías Segundo) y expuesto en gran forma en el final de Sab; indirectamente muestra también la solicitud de Dios para preparar un terreno a los suyos: Sal 68,10s.
107,36 Según Dt 6,10s los israelitas encuentran todo hecho en Canaán; el salmo habla de "fundar". No son incompatibles.
107,37-38 Ritmo real de una población agraria.
107,39 Es dudoso el sujeto de "menguar". Si son los israelitas, el autor se refiere a los vaivenes de la historia después del asentamiento. El contraste es de tiempos o etapas. Si el sujeto son los "nobles", falta una indicación gramatical o hay que trasladar este verso detrás del 40. El contraste sería de pueblos. Prefiero la primera solución.
107,40-41 Presenta un contraste social: nobles y pobres. ¿Al interno de Israel? ¿Entre pueblos diversos? ¿Con alcance general? Es tema del canto de Ana (1 Sm 2) y del Magnificat.
107,42 Última oposición, de tipo ético con sus consecuencias: compárese con Sal 63,12.
107,43 El colofón abarcaba el bloque añadido; ahora abarca todo el salmo. No basta contar, hay que meditar. Todo es "misericordia del Señor".
Trasposición cristiana.
Hay que partir del valor genérico y simbólico de los episodios seleccionados. Después se pueden buscar episodios correspondientes en los relatos evangélicos. Hambre en despoblado y alimento: Mc 6,30-46par. Endemoniado en sepulcros con grillos y cadenas: Mc 5,1-20. Enfermos curados: Mc 6,53-56; 7,24-37par. Tempestad calmada: Mc 4,35-41.

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