domingo, 29 de abril de 2012

SALMO 113 (112).


(1 Sm 2; Lc 1,46-53)
1Aleluya. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
2Bendito sea el nombre del Señor
ahora y por siempre.
3De la salida del sol hasta el ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
4El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos.
5¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que encumbra su trono
6y abaja su mirada en el cielo y la tierra?

7Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
8para sentarlo con los nobles,
con los nobles de su pueblo.
9y pone al frente de la casa
a la estéril, madre feliz de hijos.
Aleluya.

113 Género. Himno al nombre de Yhwh y a un aspecto de su acción entre los hombres. La situación es genérica.
El nombre . Al principio Dios pone nombre a los seres; después le pasa la tarea a Adán (Gn 1-2). ¿Quién le pone nombre propio a Dios? -Dios solo. Puede rehusarlo (Gn 32,30; Jue 13,6.17s); puede concederlo (Ex 3 y 34). Al comunicar su nombre personal, Dios se arriesga: lo da para el uso, lo expone al abuso; con un mandamiento lo protege del abuso. El hombre lo invoca, respeta, alaba, incluso lo ama (ls 56,5); impone a sus hijos nombres compuestos de -yahu, Yeho-. El nombre Yhwh es único: Zac 14,9.
La acción. La acción del Señor cambiando las suertes es pariente del canto de Ana (1 Sm 2) y del Magnificat (Lc 1); difiere porque habla sólo de exaltación, no de humillación. La paradoja es que el Señor elevado se abaja para elevar al hombre.
Composición. Se puede dividir en tres estrofas de tres versos: alabanza del nombre (1-3), el Señor en el cielo (4-6), su acción en la tierra (7-9). El término "nombre" se pronuncia tres veces; Yhwh / Yh ocho / siete veces (reteniendo el Aleluya final o pasandóselo al salmo siguiente, como en los LXX). Hay que leer como quiasmos los versos 2-3 y 5-6, según el esquema A BB A.
113,1 El nombre Yhwh es una de sus mediaciones. Pronunciado endereza la alabanza.
113,2 El salmo es un eslabón en una cadena perpetua.
113,3 Sigue el movimiento del sol, que abarca toda la tierra (Sal 19).
113,4 "Todos los pueblos" como 99,2; no divinidades como 97,9. Compárese la "gloria" celeste con la de Is 6.
113,5-6 Atención a la lectura quiástica. Un buen comentario en 1 s 57,15; para la mirada, Is 63,15 combinado con 66,2.
113,7-8 Pobres e indigentes vivían de la caridad pública, sin voz ni voto en los asuntos públicos. El Señor los levanta para que participen en el senado o concejo.
113,9 "La sienta": le da un puesto de autoridad en los asuntos domésticos. Iluminado por ls 49,20s y 54,1-3, el salmo se puede leer con perspectiva nacional.  

Trasposición cristiana.
 El movimiento de bajar para elevar culmina en el misterio de la encarnación. Léase el himno de Flp 2,6-11. Por mediación de ls 54 y su cita en Gal 4,27, pasamos a una lectura eclesiológica del final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario