sábado, 5 de mayo de 2012

SALMO 125 (124)


1Los que confían en el Señor
son como el monte Sión:
no vacila, está asentado para siempre.
2A Jerusalén la rodean montañas,
a su pueblo lo rodea el Señor.
3No descansará el cetro del malvado
en el lote de los honrados,
no sea que los honrados
pongan manos al crimen.
4Señor, trata bien a los buenos,
a los rectos de corazón.
5A los que siguen sendas tortuosas
que los conduzca el Señor con los malhechores.
i Paz a Israel!

 125 Género y situación. La primera parte del salmo es un acto de confianza, la segunda parte una súplica. Mentalmente se puede empezar por cualquiera de las dos. La situación es bastante genérica, pero algunos indicios favorecen una situación histórica. Algunos han propuesto el tiempo de la dominación persa; para la cual el salmo suena demasiado optimista. Otros proponen la época seléucida, después del edicto de tolerancia de Antíoco 111 (año 200 a.C.). Me inclino a la situación macabaica, aunque no de los combatientes. El orante piensa en grupos opuestos dentro de la comunidad judía: siente dolor por los hermanos apóstatas, preocupación por los que pueden imitarlos. Invoca al Señor para que conforte a unos y castigue a quienes se extravían. En medio de las dificultades exhorta a confiar en Dios e invoca la paz, externa e interna.
Composición e imágenes. Los paradigmas de buenos y malos nos revelan lo siguiente. A un lado tres designaciones genéricas: "honrados, buenos, rectos" y. tres específicas: "Israel, su pueblo, quienes confían"; el último estrecha al primero. Al otro lado se bifurca el paradigma: los "malvados y malhechores" y unos honrados que "echan manos al crimen y siguen caminos "tortuosos". Imaginemos en el centro el templo, morada del Señor, en torno la ciudad, en torno la muralla natural de montañas, más allá al Señor ciñendo. El Señor lo centra todo, lo abarca todo. El monte es modelo de estabilidad. El cetro, más que imagen, es emblema de poder y autoridad. El lote es el terreno asignado a cada familia; aquí creo que designa el territorio judío, lote del pueblo.
125,2 Zac 2,9.
125,3 "Cetro malvado" es ambivalente, puede significar tribu perversa.
125,4 "Bien a los buenos" sugiere la retribución. "Rectos" consuena en hebreo con el nombre de la ciudad.
125,5 "Tortuoso": palabra rara, que comparte sólo con Jue 5,6.

Trasposición cristiana.
Se basa en los valores simbólicos conocidos: Jerusalén, de la Iglesia terrestre y celeste; el monte de Jesucristo, presencia de Dios en la historia. El cetro o poder de los malvados se vuelve tentación para los cristianos; pero en la Jerusalén celeste triunfará la paz.

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