1 iDichoso
el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
y sigue sus caminos!
2Comerás
de la fatiga de tus manos,
serás dichoso, te irá bien.
serás dichoso, te irá bien.
3Tu mujer
como parra frondosa
en la
intimidad de tu casa,
tus hijos
como renuevos de olivo
alrededor de tu mesa.
alrededor de tu mesa.
4Ésa es
la bendición del varón
que respeta al Señor.
que respeta al Señor.
5Que te
bendiga el Señor desde Sión.
y gozarás
de la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida,
todos los días de tu vida,
6Verás
a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel!
128
Género y colocación.
Bienaventuranza que canta la felicidad de la vida familiar en el contexto
de Jerusalén e Israel. El paradigma de la dicha está expresado con el
doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.
doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.
Las dos
imágenes son vegetales, parra y olivo; sugieren lozanía, fecundidad, crecimiento.
Parra o vid es imagen tradicional: p. ej. Is 5,1-7; Ez 19,10s. En un segundo momento,
tanto la vid como el olivo pueden simbolizar a Israel: Jr 11,16. A través de dicho
simbolismo pasamos al final del salmo: Jerusalén es la madre, Israel son los hijos.
128,1 Son correlativos respetar al Señor y seguir los caminos que él nos traza.
128,2
Es bendición trabajar produciendo y disfrutar de lo producido: Is 65,21-23; Am 9,14.
128,6
Conocer a los nietos es señal de longevidad: Prov 17,6; Job 42,16.
Trasposición
cristiana.
La clave se encuentra en el símbolo
matrimonial de Cristo y la Iglesia, según Ef 5. También es aplicable al
sacramento del matrimonio, que renueva la bendición genesíaca.
En
clave escatológica: el cristiano disfrutará del fruto de su fatiga: Rom 8,18;
Ap 14,13.
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