1Cuánta
guerra me han hecho desde mi juventud,
-que lo diga Israel-
-que lo diga Israel-
2cuánta
guerra me han hecho desde mi juventud
pero no me pudieron.
pero no me pudieron.
3A costa
de mis espaldas araban
prolongando los surcos.
prolongando los surcos.
4EI Señor,
que es justo, rompió
las coyundas de los malvados.
5Retrocedan derrotados
las coyundas de los malvados.
5Retrocedan derrotados
los que
odian a Sión.
6Sean como
hierba de azotea
que se
seca antes de segarla;
7que no llena la mano del segador
ni la brazada del que agavilla,
8ni le dicen los que pasan:
7que no llena la mano del segador
ni la brazada del que agavilla,
8ni le dicen los que pasan:
¡que el
Señor os bendiga!
Os bendecimos
invocando al Señor.
129 Género
y colocación. Acción de gracias con súplica. El orante mira al pasado
y da gracias por las veces que el Señor lo ha librado. Mira a los causantes del
mal y pide a Dios que le haga justicia. Por la hostilidad recordada, es parejo
del 120; con menos dramatismo, es gemelo del 124.
Imágenes.
El autor
utiliza de modo original dos imágenes agrarias: arar y segar. La primera es de
interpretación dudosa: las espaldas del orante son el campo "arado" a
latigazos; el orante es el buey o la novilla que ha de arrastrar el arado. a)
Los opresores "alargan" cruelmente esos "surcos" en la carne,
hasta que un día el Señor les rompe las correas con que aran. Esta explicación
de romper las correas es extraña e improbable. b) Arar representa el trabajo
lucrativo de los opresores que, por codicia, lo "prolongan" para
sacarle más provecho. En vez de uncir animales, obligan a los cautivos a tirar
del arado. Las correas simbolizan la esclavitud: Dios las romperá: véanse Is 5,18;
Jue 14,18; 39,10-12. La segunda imagen es clara: los culpables son castigados a
un crecimiento malogrado, a una aridez sin fruto.
129,1 "Desde
la juventud" de la nación: Jr 2,2.
129,2 "No
me pudieron": vale para el caso de Senaquerib, no para el de Nabucodonosor;
a no ser que piense en la continuidad del pueblo a pesar del destierro.
129,4
La cautividad o su prolongación era injusta.
129,5
Véanse Sal 40,15; 70,3; Is 42,17.
129,6 "Hierba
de azoteas" es hiperbólico respecto a la comparación corriente "como hierba";
compárese con Is 37,27.
129,8
Bendición de vegetales: Gn 27,27; Dt 28,4; Is 65,8.
Trasposición
cristiana.
La clave es la equivalencia simbólica de Sión
con la Iglesia. Perseguida y salvada desde sus comienzos. Con los ejemplos antiguos
se consuelan y esperan los que ahora viven.
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