1Te doy
gracias de todo corazón;
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
por tu
lealtad y tu fidelidad;
porque has
exaltado hasta el cielo tu promesa.
3Cuando te llamé me respondiste,
3Cuando te llamé me respondiste,
has
removido el vigor de mi aliento.
4Que te
den gracias, Señor, los reyes del mundo
cuando escuchen tus discursos.
cuando escuchen tus discursos.
5Que
canten los caminos del Señor:
¡qué
grande es la gloria del Señor!
6EI Señor
es sublime y se fija en el humilde,
y al
soberbio lo trata a distancia.
7Cuando
camino entre peligros, me das vida.
Contra la furia del enemigo extiendes la izquierda
y tu diestra me salva.
Contra la furia del enemigo extiendes la izquierda
y tu diestra me salva.
8EI
Señor me completará sus favores.
Tu
lealtad, Señor, es eterna,
no
abandones la obra de tus manos.
138
Género y situación.
Acción de gracias que concluye con un acto de confianza y una petición. Consiste
en gran parte en un zurcido de reminiscencias y expresiones convencionales; pero
el final es magnífico. Siendo los datos bastante genéricos, es fácil encajarlos
en la situación a la vuelta del destierro; también encaja en otras circunstancias
parecidas. En el salmo alternan lo personal y lo colectivo, el tú y el él
referidos al Señor.
138,1 "De
todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación
reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros,
quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.
138,2
La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación
y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es
dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".
138,3
Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza:
compárese con Esd 1,5.
138,4
Supone el orante que los oráculos del Señor se escuchan en todo el mundo.
138,5
Correlativa de la palabra es la acción, en la cual se manifiesta la gloria del Señor.
138,6
Es la enseñanza de Is 57,15; Sal 113,5s, y es principio fundamental de la actuación
divina. La expresión es paradójica: el Excelso está más cerca del bajo que del
alto.
138,8
Este verso es lo mejor del salmo y una de las jaculatorias más bellas del salterio.
El primer verbo hebreo significa "completar', llevar a término, y su
sinónimo es "no abandonar', no dejar a medio hacer. Entre ambos sinónimos,
sustentándolos, se establece la "misericordia eterna" del Señor. Si
es eterna, no puede fallar, hará su tarea hasta el final. Lo ya hecho es
garantía de lo que falta.
Trasposición
cristiana.
El
último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una
salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6.
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