domingo, 4 de marzo de 2012

SALMO 70 (69)

2iOh Dios, a librarme!
iDate prisa, Señor, en socorrerme!

3Sufran una derrota ignominiosa
los que me persiguen a muerte,
retrocedan confundidos
los que desean mi daño.
4Retírense derrotados

los que se burlan: Ja, ja.

 5Que te festejen y celebren
los que te buscan;
los que aman tu salvaci6n digan siempre:
¡grande es el Dios!

6yo soy un pobre desgraciado,
¡Dios, date prisa por mí!
Tú eres mi auxilio y mi salvador,
¡Señor, no tardes!



70 Lo hemos leído como parte final del salmo 40. El salmo es como el desarrollo del grito germinal "¡socorro, deprisa!": por repetición de la prisa (6), por el uso de sinónimos de socorrer (5b.6b); el socorro implica un peligro (3). Se cuenta con la respuesta de Dios, que será debidamente celebrada (5).

Trasposición cristiana.

Los Padres ponen este salmo en boca de Cristo, orando por la humanidad. Las burlas: Mt 27,42s; el "retroceder" en el huerto (Jn 18,6); se confiesa pobre porque "siendo rico se hizo pobre por nosotros" (2 Cor 8,9). El Padre se apresura a librarlo en la resurrección.

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