domingo, 4 de marzo de 2012

SALMO 72 (71)

1Oh Dios, confía tu juicio al rey,
tu justicia a un hijo de rey.
2Que rija a tu pueblo con justicia, a tus afligidos con rectitud.

3Que montes y colinas traigan al pueblo
paz por la justicia.

4Que defienda a la gente oprimida,
que salve a las familias pobres
y quebrante al opresor.


5Que dure en compañía del sol,
frente a la luna, de edad en edad.
6Que baje como lluvia sobre el césped,
como llovizna que empapa la tierra.
7Que en sus días florezca el honrado

y haya prosperidad hasta que falte la luna.

8Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
9Que en su presencia se encorven los beduinos
y sus enemigos muerdan el polvo.

10Que los reyes de Tarsis y las islas
le paguen tributo;

11que los reyes de Sabá y Arabia
le ofrezcan sus dones,

que se postren ante él todos los reyes
y que todos los pueblos le sirvan.


12Porque él libra al pobre que pide auxilio,
al oprimido que no tiene protector.
I3Que se apiade del pobre y desvalido,
que salve la vida de los pobres.

14Que los rescate de la crueldad y violencia,
que aprecie en mucho su sangre.


15¡Que viva!, que le den oro de Sabá,
que recen por él continuamente
y todo el día lo bendigan.
16Que abunden las mieses del campo
y se agiten en lo alto de los montes.
Que su fruto esté lozano como el del Líbano
y las gavillas como hierba del campo.
17Que su nombre sea eterno,

frente al sol retoñe su nombre.
Que todos los pueblos lo feliciten
y lo invoquen como bendición.


* * *
18¡Bendito el Señor Dios de Israel,
el único que hace maravillas!

19¡Bendito por siempre su nombre glorioso
y que su gloria llene la tierra!

¡Amén, amén!

20(Terminan las súplicas de David hijo de Jesé)

72 Por el contenido es un salmo real, que hace compañía al 2, 45 Y 110. Por la forma es una especie de letanía de invocaciones o enunciados. La situación podemos suponer que es una fiesta real: encajaría muy bien el día de la entronización. El salmo pudo ser recitado por un solista o por una asamblea. Puede ilustrarlo la elección de Saúl, según 1 Sm 10,25-27.

Es difícil definir si se hacen votos por el rey y su buen gobierno o si se anuncia una era de justicia y prosperidad. El hebreo distingue pocas veces entre volitivo y enunciativo. En el salmo: la gramática impone leer como volitivos "se apiade, viva, esté" (13.15a.16a.17a), recomienda tomar otros como volitivos, p. ej. "recen" (15); el estilo, en virtud del paralelismo, lo recomienda para otros, p. ej. "se agiten" (16); finalmente, el tema favorece el valor volitivo de otros, como "dure" (5 corregido). En otros casos la forma yiqtol parece corresponder a futuro. Las traducciones modernas muestran variedad o indecisión.

Ante la aporía, presento varias hipótesis de lectura. a) Un imperativo inicial dirigido a Dios, "da", hace del salmo súplica y convierte el resto en consecuencia. A saber: tú encomienda al rey tu justicia propia, y él gobernará rectamente. Los versos 15-17 difícilmente encajan. b) Una serie de volitivos; excepto el v. 12, que es motivación o explicación subordinada. e) Desgrana lisonjeramente una letanía de venturas que comienzan con el nuevo reinado. Los versos finales cambian de clave.
Me inclino al sentido volitivo como sentido original, sabiendo que el deseo va más allá de la realidad y aun de la esperanza razonable, que el deseo alimenta la esperanza y aun renace tras la desilusión.

Más importante que todo eso y bien claro en el texto es el ideal de buen gobierno que aquí se expresa. El buen gobierno se basa en la administración de la justicia (1). La justicia mira especialmente a los pobres y desvalidos (4.12). Tiene enemigos internos que es necesario reprimir (12.14). Del buen gobierno se siguen paz y prosperidad (7). Cito sólo un libro bíblico: Prov 8,15s; 16,12;20,26.28; 25,5; 29,14. La prosperidad es aquí de signo agrícola, no comercial (16); tiene una expansión internacional (10s.15a). Acoge todo un horizonte cósmico (5).
72,1-3 La primera sección presenta a los personajes: Dios, el rey y un escenario de montañas. Dios es la primera palabra del poema. Posee una justicia suya, que ejerce en el gobierno del mundo y que delega para que su pueblo conviva en la justicia: cfr. 2 Cr 19,6. El reyes "hijo de rey", es decir, de estirpe real, davídica, no usurpador; está en función de "tu pueblo", que es de Dios y no suyo, y es hoy un pueblo "afligido": ¿por un dominio extranjero despótico?, ¿por abusos de gobernantes anteriores? "Montes y colinas" pueden representar el paisaje, la configuración de Judá: Ex 15,17; 1 Re 20,23; Is 14,25 etc.

72,4 El juicio / gobierno será "salvación" para un proletariado de pobretones; pero exige enfrentarse con el opresor.
72,5 Medir la duración de su gobierno con el sol y la luna ¿es hipérbole tolerable? El Sal 89,37s lo dice de la dinastía. También extraña la expresión "frente / ante la luna". Una conjetura: que dure siguiendo el ritmo de sol y luna, "señores" del día y la noche; pero eso se podría decir de cualquiera.

72,6 La lluvia alivia y fertiliza: compárese con Prov 16,15; 19,12 ; Y las últimas palabras de David en 2 Sm 23,4.
72,7 A la lluvia responde la tierra germinando y floreciendo; sólo que aquí lo que florece es "un honrado"; a no ser que leamos "justicia", en buen paralelismo con "prosperidad".

72,8 Fronteras de un soberano que impone su autoridad sobre reinos vasallos. "De mar a mar" en sentido realista sería del Mar Muerto al Mediterráneo; en sentido cosmológico, las fronteras del gran océano que rodea los continentes. "El Río" suele designar el Éufrates: Zac 9,10.
72,9 Empieza por los pueblos hostiles.

"Beduinos" es traducción conjetural de un término enigmático. "Lamer el polvo" es gesto de sumisión abyecta: Is 49,23; Miq 7,17.
72,10 Toca la vez a los vasallos obedientes, que cumplen su deber trayendo tributo. Dos países son marítimos, dos son continentales. "Islas" o penínsulas, costas.

72,11 A la letra significa un dominio universal, del universo entonces conocido: ¿mera hipérbole cortesana?
72,12 Está introducido como motivación: la sumisión o cuanto precede es consecuencia o se justifica "porque" este rey "libra al pobre que clama"; no por su poder militar o económico.

72,13-14 La repetición de "vida" en ambos versos nos dice que es cuestión de vida o muerte. El rey no está dispuesto a sacrificar a súbditos más humildes, pues estima sumamente la "sangre = vida". "Rescatar" vidas puede ser hacer justicia condenando a muerte al homicida. Creo más probable que "rescatar" se refiera aquí al peligro grave, no al homicidio consumado.
72,15 Comienza con el grito clásico ¡Viva!: 1 Sm 10,24; 2 Sm 16,16; 1 Re 1,25.31. 34-39. El verbo "dar" o se lee en pasiva o como impersonal. "Bendecir" es desearle
bendiciones de Dios.


72,16 La petición de prosperidad agrícola, si el texto no está deteriorado, es paradójica: grano en las cumbres, terremoto de espigas, fruto que florece, o gavillas, alianza de la floresta del Líbano con la hierba de los prados ...
72,17 Tercera petición. El nombre se perpetúa en la memoria y la descendencia. Ese nombre recibirá la felicitación de los venideros y se usará como modelo y prenda de bendición, como el de Abrahán: Gn 12,3; 18,18; 22,18. Un rey con algo de patriarca.

Trasposición cristiana.
La tradición rabínica aplicó este salmo al Mesías; los cristianos lo identificaron con Jesús de Nazaret. Una vez planteada la trasposición global, podemos descubrir resonancias particulares en el NT. Reino eterno: Lc 1,33; universal: Mt 2,2;Ap 15,4; reino de justicia y paz: Mt 5,6.9; Rom 14,17; 1 Co 1,30; Ef 2,14; Sant 3,18; victoria sobre el opresor: Lc 11,21 s; Ap 17, 15; a favor de los pobres: Mt 5,2; Lc 4,18; 7,22; rescatar o vengar: Tit 2,14; Mt 20,28; Ap 6,10. Que viva: Ap 1,18; Rom 6,9; reconocimiento universal del nombre: Flp 2,10; Ap 14,6. La lista se podría ampliar fácilmente.

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