domingo, 18 de marzo de 2012

SALMO 81 (80)

(Dt 29-31; Sal 50)

2Aclamad a Dios, nuestra fuerza,
dad vítores al Dios de Jacob
3Tañed instrumentos, tocad pandero s,
cítaras templadas con arpas.
4Tocad la trompeta por la luna nueva,
por la luna llena que es nuestra fiesta.
5Porque es una ley de Israel,
un precepto del Dios de Jacob,
6un pacto firmado con José
cuando salía de Egipto. 
 

6c-Oigo una lengua desconocida:
11c ensancha la boca, que te la llene.

 7Retira la carga de sus hombros,
sus manos se desprendieron* de la espuerta.
8En la aflicción clamaste y te libré,


te respondí oculto entre truenos;
te puse a prueba en Meribá*.
9Escucha, pueblo mío, que te amonesto,
Israel, ojalá me escuches:
10No tendrás un dios extraño
ni adorarás un dios extranjero.
11 Yo soy el Señor tu Dios

que te saqué de Egipto.

 12Pero mi pueblo no me hizo caso,
Israel no me obedeció.
13Los entregué a su corazón obstinado
para que siguieran sus antojos.
 14Ojalá me escuchase mi pueblo
y caminase Israel por mis caminos.
15Yo humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios.
16Los que aborrecen al Señor te adularían

y su suerte quedaría fijada.
17Te alimentaría con flor de harina,
te saciaría de miel silvestre.
 

81 Este es un salmo extraño. Después de ochenta salmos, una novedad. Las piezas son conocidas, y sin embargo, el conjunto nos suena a "lenguaje desconocido" (6c). Se celebra una gran fiesta, jubilosa (4), cuyo motivo inmediato es "una ley" (5); o sea, una fiesta de precepto. Esto nos da un contexto litúrgico. ¿De qué fiesta se trata? El calendario oficial (Dt 16) menciona tres fiestas mayores: pascua, semanas, chozas; la última, en el mes séptimo, va precedida del año nuevo y la expiación: "luna nueva y luna llena" (Lv 23; Nm 29) Por la referencia a la ley del Sinaí (5) y por la proclamación del primer mandamiento (9-11), obtiene cierta preferencia la fiesta de las semanas.
Nada más comenzar la ceremonia, un solista extemporáneo toma la palabra y por él habla el Señor, interpelando en segunda persona. Nos parece escuchar la predicación homilética del Deuteronomio, con la proclamación del primer mandamiento. La homilía se convierte en denuncia en tercera persona de un delito y un castigo (en el puesto de la maldición). Siguen unas bendiciones formuladas en condicional irreal potencial. Esto se parece algo al Sal 95, también a Ex 20,2-6 y a la alianza en Moab Dt 29-31.

¿Quién es el personaje anónimo que irrumpe con su anuncio? Algunos han propuesto un profeta cúltico, es decir, un profesional del oráculo en la liturgia del templo.
Pero ese tal no hablaría de "un lenguaje desconocido"; compárese con Samuel en 1 Sm 3,7. Según otra hipótesis, es un miembro de la asamblea súbitamente inspirado (cfr. 1 Cor 11,4; 14,2s). El "profeta" interrumpe la ceremonia festiva para imponer un mensaje dramático. Lo que dice no es radicalmente nuevo, es nueva la autoridad con que habla.
Por medio del oráculo inesperado, la comunidad es violentamente transportada de una celebración gozosa y convencional a una llamada exigente sobre su relación con el Dios de la alianza. En el mismo tono dramático termina el salmo; sólo que es un drama abierto a la esperanza, porque Dios sigue fiel a sus promesas, aunque condicionadas. Ahora bien, cuando el salmo entra en el repertorio y se repite, ¿deja el lenguaje de ser desconocido? La interpelación de Dios sobre el punto fundamental debe conservar siempre una componente de sorpresa, aunque, en vez del personaje inspirado, nos hable el texto del salmo.

Composición. Los versos 2-6ab forman la introducción. El mensaje "escuchado" (6) se articula en: recuerdo histórico (7s) y tres etapas jalonadas por la repetición del verbo "escuchar" (9.12.14), que introduce: una intimación del primer mandamiento, denuncia de la desobediencia, oferta de conversión. El hombre ora cuando hace oír su voz a Dios, y no menos cuando escucha la voz de Dios.
81,2-4 Jacob-Israel representa a la entera comunidad ideal. El título divino "nuestra fuerza" se lee en Sal 28,7; 59,18.

81,6 El texto hebreo dice "cuando salí contra / hacia Egipto" . Si el sujeto es el pueblo, habrá que corregir en "de Egipto", según Ex 20,2; si el sujeto es el Señor, recuerda la "salida" del Señor de Ex 11,4. Por el sentido, la "firma del pacto", es preferible la primera solución.
81 ,6c+ 11 c Traigo a este lugar el miembro colgante del v. 11 por razón del tema, reforzada por el ritmo. Otros prefieren trasladarlo al v. 17 o dejarlo en su lugar. El mensaje es misterioso: compárese con Nm 24,3s; Is 22,14; Job 4,12-16. La boca se llenará de palabras de Dios, según 2 Sm 23,3; Is 51,6; Jr 1,10; Ez 3,2s.

81,7 "Cargas y hombro" sintetizan toda la opresión, bien conocida de los oyentes: Ex 1,11 ;2,11; 5,4s; 6,6s. * O: abandonaron.
81,8 Es original la expresión "oculto en un trueno", en un ocultamiento atronador. Parece referirse al Sinaí (Ex 20): cuando Dios escondió su palabra al pueblo y se la reveló a Moisés. El trueno escondía su voz articulada. Toda la tradición dice que en Meribá fue el pueblo quien tentó a Dios: el salmo cambia los papeles. * = Fuente Careo.

81,9 El imperativo "escucha" se repite en Dt con valor estructural: 4,1; 6,4; 9,1; 27,9. El primer hemistiquio se lee en una liturgia penitencial: Sal 50,7.
81,10 Ex 20,3-5.

81,11-12 La fórmula "Yo soy Yhwh tu Dios" se lee solamente aquí y en los dos decálogos: Ex 20 y Dt 5.
81,13 "Obstinado": el sustantivo es especialidad de Jr. Abandonar al rebelde a su capricho y obstinación es el castigo más grave imaginable.

81,14-17 Como paralelo de estos versos finales, léase Is 48,17-19.
81,15 "Humillar", doblegar: Dt 9,3; Jue 4,23; Neh 9,24.

81,16 "Adular" como expresión de servilismo, como en Sal 18,45; 66,3. El segundo hemistiquio es a la letra "su hora (final) (sería) definitiva".

81,17 Compárese con los siete productos de Dt 32,13s.

Trasposición cristiana.
También la Iglesia sufre la tentación de encasillar grandes mensajes en ceremonias litúrgicas, neutralizando su fuerza. El mensaje nuevo, desconocido,
de Jesús (Jn 3,11 s) debe conservar siempre su novedad y extrañeza. A propósito del v. 13 citan varios Padres Rom 1,24.26.28.

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