sábado, 14 de enero de 2012

SALMO 59 (58)

2Líbrame de mis enemigos, Dios mío,
sálvame de mis agresores,
3Líbrame de los malhechores,
sálvame de los sanguinarios;
4 pues mira que hombres crueles
me acechan emboscados.
Sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,
5sin culpa mía, corren y toman posiciones.
¡Despierta, ven a mi encuentro, mira,
6tú, Señor Dios de los Ejércitos,
Dios de Israel!
Levántate y castiga a los paganos
no tengas piedad de los traidores inicuos.
7Vuelven al atardecer, aullando como perros,
merodean por la ciudad.
8Mira, su boca babea
y en sus labios hay puñales:
«¿quién nos oye?»
9Tú, Señor, te ríes de ellos,
te burlas de los paganos.
10Fuerza mía, por ti estoy velando,
que mi alcázar es Dios,
11mi Dios leal.
Que Dios se adelante y me haga ver
la derrota de mis enemigos.
12No les des muerte,
no se vaya a olvidar mi pueblo;
hazlos vagar, con tu ejército derríbalos:
el Señor es mi escudo.
13EI pecado de su boca
son las palabras que pronuncian:
queden prendidos en su insolencia,
por las mentiras y maldiciones que profieren.
14Acaba con ellos con ira,
acaba con ellos, que dejen de existir;
y sabrán que Dios gobierna en Jacob
y hasta los extremos del orbe.
15Vuelven al atardecer, aullando como perros,
merodean por la ciudad,
vagabundos, buscando comida,
y hasta que no se hartan, andan gruñendo.
17Pero yo cantaré tu fuerza,
aclamaré por la mañana tu lealtad,
porque fuiste mi alcázar 
y un refugio en el peligro.
18Fuerza mía, tañeré para ti,
pues Dios es mi alcázar,
mi Dios leal.

EXPLICACIÓN.
Lo peculiar de esta súplica son los dos estribillos repartidos irregularmente (7. 10.15.18). El desarrollo no es lineal, obliga a saltos líricos. Pueden servir de clave de interpretación. En ellos podemos aislar tres componentes: la imagen de los perros, la ciudad con su alcázar, el atardecer.

Los perros todavía no se consideraban animales domésticos. Son perros salvajes, famélicos. Su boca "babea", en ella asoman colmillos que en el crepúsculo relucen como "puñales", su aullido es amenazador (8). No han comido durante el día, y al atardecer acuden en "busca de comida" (15). Se cuelan en la ciudad antes de que las puertas se cierren y no es fácil expulsarlos. Esos perros son hombres ávidos y despiadados (3.4.13). La imagen, yuxtapuesta a la realidad, atrae elementos descriptivos de los malvados, en una serie cumulativa más que diferenciada.

En la ciudad se distinguen las calles, espacio de la vida ciudadana normal, y un espacio fortificado, que es el alcázar o ciudadela. Allí se refugian los ciudadanos cuando la inseguridad se apodera de las calles (4s). La ciudad rige un código espacial: ciudad, alcázar, asilo, confines del orbe.

El atardecer es hora de recogerse, en casa o en un refugio seguro; es la hora de los perros. El orante pide a Dios que "se adelante. se despierte y se levante" (11.5s) contra los agresores. Al amanecer el orante "los verá" (5) derrotados y por la mañana cantará para su Dios (17). El atardecer suscita un código temporal: tarde, mañana, velar, despertarse.

Si el orante siente su debilidad frente a los mastines, Dios "se ríe" de los gozquejos (9) porque prevé su fracaso cierto. Después pasa a la ira (14).Todos reconocerán la soberanía local y universal del Señor (14).

59,2 Los "agresores" son gente que "se levanta". "Sálvame" es a la letra encarámame, encúmbrame, hazme inaccesible; la misma raíz de "alcázar".

59,3 "Sanguinarios": sugiere un peligro mortal.

59,4a Su táctica es el escondimiento, como en Sal 11,2.

59,4b-5a "Sin culpa": protesta de inocencia, como en salmos judiciales. La acción se hace abierta, en términos militares.

59,5b-6 En paralelismo dos títulos complementarios: "Señor de los ejércitos" (estelares, en el cielo) y "Dios de Israel" (pueblo escogido, en la tierra).

Extraña la referencia a los (pueblos) "paganos", porque el ambiente es ciudadano; ¿no diría el original "soberbios, arrogantes"? (corrección bien conocida).

59,7 "Vuelven": parece implicar que habían sido expulsados, o que el atardecer es la hora en que suelen volver.

59,8 Sorprende aquí la pregunta "¿Quién escucha"; sería un desafío a Dios, como en Sal 64,6; 94,7.

59,9 "Te ríes": como respuesta al desafío; Sal 2,4; 37,13.

59,10 "Fuerza": o con valor concreto, fortaleza, bastión. "Estoy velando": otras veces es el Señor quien vela por el hombre: Sal 121; 146,9 etc; pero los israelitas tenían organizadas velas nocturnas en el templo: Ex 12,42; Sal 63,7.

59,11 "Se adelante": con valor temporal: Sal 88,14; 119,147s.

59,12 Parece extraña la petición, especialmente si la comparamos con la del v. 14. Pero se aclara con otros textos en los que Dios da largas antes de castigar: Sal 56,8;
Jue 2,22s; Caín (Gn 4). Porque "olvidar" es peligro grave para Israel" Dt 8,1-19; Sal 78 etc.

59,13 Se diría que su delito más grave es el abuso de la palabra: ¿brota de ahí la imagen de los perros de colmillos letales? Sus palabras se vuelven contra ellos.

59,14 "Y sabrán": ¿quién es el sujeto si han dejado de existir? Quizá piense en un reconocimiento final y sin remedio, en el momento de ser destruidos; compárese con Ez 25,7; 28,23; 1 Mac 6,2-13. Cabe también tomar el verbo como impersonal. Un solo Dios "gobierna en Jacob" y en todo el mundo. Los asuntos locales entran en una perspectiva universal.

Quizá esta frase explique la presencia de "paganos" en el v. 6.

59,17 Se acabaron los gruñidos y aullidos, es hora del canto.

59,18 Cambiando una letra, en vez de "velar" (10) dice "tañer".

Trasposición cristiana.

 Los Padres ponen el salmo en boca de Cristo en su pasión. Puede declarar su plena inocencia (1 Pe 2, 22); "sanguinarios" son los que piden que "su sangre caiga sobre nosotros". Él pide al Padre "que no les dé muerte"; toman el v. 14 como profecía, no imprecación.

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