martes, 3 de enero de 2012

SALMO 58 (57)

2¿Es verdad, poderosos,
que dais sentencias justas,
que juzgáis rectamente a los hombres?
3No, que cometéis a conciencia

crímenes en la tierra
y vuestras manos sopesan violencias.
4Se extravían los malvados desde el seno materno,
se pervierten desde que nacen

los que dicen falsedades.
5Llevan veneno como veneno de serpiente,
de víbora sorda que cierra el oído,

6 para no oír la voz del encantador,
experto en encantamientos.
7Oh Dios, rómpeles los dientes en la boca,
quiebra, Señor, los colmillos a los leones.
8Que se derritan como agua que se escurre,
que se marchiten como hierba pisoteada;
9sean como babosa que se deslíe al andar,
como aborto que no llega a ver el sol.

10Que los arrebaten desprevenidos la tormenta
como breñas, como fieras, como un incendio.

11Y goce el honrado viendo la venganza,
bañe sus pies en la sangre de los malvados;
12y comenten los hombres: Saca fruto el honrado,
porque hay un Dios que hace justicia en la tierra.


EXPLICACIÓN.

Salmo muy difícil en el texto y desconcertante por su espiritualidad. Para orientarnos distingamos tres casos: a) un inocente sufre grave injusticia, apela a Dios para que le haga justicia, no se toma la venganza por su mano (SaI140); b) el prójimo sufre injusticia: yo me indigno y pido a Dios que haga justicia, castigando a los culpables; e) se da una situación general de injusticia; alguien alza la voz denunciando e invocando la justicia de Dios; si es profeta, pronuncia también la condena.
El salmo 58 sintetiza elementos de la denuncia profética y la súplica.

El desarrollo es lineal y claro: interpelación y denuncia en segunda persona (2s), caracterización de los malvados (4-6), petición de castigo o imprecación (7-10), consecuencia, reconocimiento (11-12). El salmo tiene bastantes contactos con la parte última del cántico de Moisés, Dt 32,32-43. El malvado tipo. Es un poderoso injusto que abusa del poder (Sal 94,20; Miq 2,1; Sab 2,11) Y trabaja en grupo con otros semejantes (Prov 1,14; Is 1,21-26). Están dedicados al mal por dentro y por fuera (3): la mente planea, las manos sopesan calculan. Su maldad es congénita, como de nacimiento, como una segunda naturaleza (cfr. comentario a Sal 51; Is 48,8). Son contumaces: no atienden a razones ni a súplicas (5-6); reprimen la compasión (cfr. Am 1,11). Tienen veneno de serpiente. La imagen es grave. Serpiente es la seducción (Gn 3), serpiente es el pecado (Eclo 21,2, son los malvados (Is 59,4) y los imperios agresores (Is 14,29); la serpiente tiene resonancias mitológicas, con nombres variados, y es figura escatológica (Is 27,1). En resumen, el orante ve en ellos una epifanía del mal. El salmo no se entretiene con un asunto privado, con una injusticia individual; nos encara con una grandeza tenebrosa y terrible.

El orante reacciona con horror y espanto, con rebelión interna y súplica apasionada. Contra la serpiente pronuncia conjuros o exorcismos, brutales o pintorescos (atención a los problemas textuales). Que el veneno se vuelva agua inofensiva "que se escurre"; que la víbora verde y reptante se vuelva hierba pisoteada; que la serpiente terrorífica se vuelva babosa "que se diluye". Que una tempestad arrebate los restos incendiando la maleza.

En la indignación frente a la injusticia y la pasión, sed, por la justicia se está revelando una justicia que trasciende al individuo, porque es revelación del Justo. Frente a epifanía del mal teofanía. Si la justicia atrae como ideal que anima a la lucha, es porque es real; y es real porque hay uno justo plenamente: léase Eclo 4,28.

El orante no se ha vengado, no ha recurrido a la violencia; pero, cuando Dios hace justicia, lo reconoce, se alegra y lo celebra. "Hay un Dios que hace justicia en la tierra": aquí, ahora. Resumiendo: los "Carneros" son desenmascarados como "Serpientes" y neutralizados como "Babosas"; y se afirma el "hombre" auténtico, defendido por Dios.

58,2 "Poderosos": leyendo "Carneros", título honorífico (Ex 15,11).

58,3 "Sopesan": otros traducen "hacen pesar".

58,4 Simple "mentira" o fraude en actos públicos.

58,8 Se adensan los problemas textuales, que exigen correcciones juiciosas y conjeturas coherentes.

58,9 "Como aborto" ¿No sería mejor para ellos y para otros? Más les valiera no haber nacido.

58,10 Ante un verso de texto imposible sólo cabe respetar lo más posible el texto y conjeturar a la luz de posibles paralelos.

58,11 "Lavar los pies en la sangre" parece pertenecer al lenguaje imaginativo (Sal 68,24) ¿O atribuye poder mágico a la sangre vertida de la serpiente?

Trasposición cristiana.

Este salmo plantea agudamente el problema del sentido cristiano, ¿o anticristiano?, de algunos salmos. Ante todo, el tipo humano descrito ¿es actual? ¿Reina todavía la injusticia? Ante situaciones semejantes, ¿cuál es la actitud cristiana? ¿Desentenderse con himnos armoniosos o sentir la indignación y expresarla en la súplica? ¿Puede un cristiano pedir a Dios que haga justicia, aun a costa de los criminales?, ¿puede pedir el fracaso de un plan exterminador? Pero no debe confundir oración con acción. Y, sobre todo, tiene que reconocerse implicado en la situación de injusticia. De los evangelios léase Mt 3,1-5; del Apocalipsis 18,20; 19,1s.

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