domingo, 7 de agosto de 2011

SALMO 52 (51)

3 ¿Por qué te glorías de la maldad, valeroso,
y ultrajas a Dios todo el día?

4Tramas crímenes,
tu lengua es navaja afilada,
autor de fraudes.
5Prefieres el mal al bien,
la mentira a la honradez.
6Amas las palabras corrosivas,
lengua embustera.
7Pues Dios te destruirá para siempre,
te sacará, te arrastrará de la tienda
arrancará tus raíces del suelo vital.
8Lo verán los honrados y se asustarán
y se reirán de él:
9«Mirad al valiente que no apoyó
en Dios su fortaleza,
confió en sus inmensas riquezas,
se hizo fuerte en el crimen».
10pero yo, como verde olivo
en la casa de Dios,
he confiado en la lealtad de Dios
por siempre jamás.
IITe daré gracias siempre
porque has actuado;
espero en tu nombre, que es bueno,
delante de tus fieles.
EXPLICACIÓN

52 A una lectura externa el salmo ofrece este perfil: El orante interpela a un personaje anónimo en tono profético: denuncia la culpa (3-6), conmina la pena (7); el castigo provocará la reacción de la gente honrada (8-9) y la del orante (10); se añade una jaculatoria final (11). Pero si imagináramos al orante meditando, sorprenderíamos en su interior un movimiento dramático de personajes y contrastes. Evoca la imagen típica de un malvado dejando que tome cuerpo, reacciona emotivamente frente a ella, evoca un grupo de asistentes que comentan, se repliega sobre sí. Al final se dirige expresamente a Dios. Al movimiento dramático acompañan saltos temporales; del presente al futuro (2-6.7), futuro posterior (8-9), otra vez presente y futuro (10.11).

El malvado es un personaje típico, presentado con rasgos concretos: sus preferencias, su confianza, sus valores, sus medios, su conducta, su destino. Sus palabras, mentira y fraude, nacen de una conciencia perversa, están pensadas y calculadas, (4) brotan de una elección ética fundamental (5); llevan un agravante, que el malvado "se gloría" de su maldad (3). Falta a primera vista la dimensión religiosa. Ésta la suministra el comentario de los honrados, centrado en el tema de la "confianza" (9). El malvado prescinde de Dios para dedicarse a la maldad; prescindir de Dios es salvoconducto para el "crimen". O bien, con la maldad ha triunfado en la vida, se ha enriquecido, y ahora puede prescindir de Dios. El honrado coincide con el orante, su fuerza es la confianza en Dios.

La retribución está propuesta en dos contrastes imaginativos: morada y árbol (7). A la "tienda" del malvado se opone la "casa" de Dios; a la planta "extirpada", el "olivo" lozano.
52,3 Texto dudoso. a) La traducción propuesta toma la palabra hesed en la acepción rara de ultraje. b) Te glorías de tu maldad y de la misericordia de Dios, que la tolera; según Eclo 5,4-6. e) Vocalizando hasid : te glorías contra el piadoso. "Valiente" puede tener significado genérico o militar; en el segundo caso se tiñe de ironía.

52,4 "Navaja afilada": instrumento de barbero (Nm 8,7; Is 7,20; Ez 5,1) o escribano (Jr 36,23). El instrumento doméstico se usa como arma cortante; así la lengua, doméstica y social, usada para desgarrar.
52,7 Las imágenes cobran vigor por los verbos usados. El hombre vive en su tienda (cfr. Is 38,12) seguro y satisfecho; de repente lo sacan y arrastran violentamente a la intemperie. Arraiga en tierra fértil, apoyado en sus raíces terrenas; lo descuajan de raíz.
52,8 Del susto inicial ante lo imprevisto pasan a la risa complacida.
52,10. "Como olivo": árbol característico del país y término de comparación: Jr 11,16; Os 14,7; Job 15,33. Que se encuentre en el ejemplo no es dato empírico: compárese con Sal 92,14.

Trasposición cristiana. Encontramos una imagen vegetal semejante en Mt 15,13; Y la imagen del olivo desarrollada en Rom 11, 17-24.

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