domingo, 15 de enero de 2012

SALMO 67 (66)

(Nm 6,22-27)

2Dios tenga piedad y nos bendiga,
muéstrenos su rostro radiante,

3para que conozca la tierra tus caminos,
todas las naciones tu salvación.

4iQue te den gracias los pueblos, oh Dios,
que todos los pueblos te den gracias!
5Que lo celebren jubilosas las naciones
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud

y gobiernas las naciones de la tierra.
6iQue te den gracias los pueblos, oh Dios,
que todos los pueblos te den gracias!
7La tierra ha dado su cosecha:

nos bendice Dios, nuestro Dios.
8Nos bendice Dios: Que lo respeten
todos los confines del orbe.


EXPLICACIÓN.

67 Bendición en forma imprecatoria. Es como un comentario o variación ampliada de la bendición canónica que se lee en Nm 6,24-26. Lo que allí pronunciaban los sacerdotes aarónidas, aquí se democratiza en un plural colectivo "nos". Lo que allí era estrictamente israelita, aquí se universaliza. Es legítimo sospechar que un copista ha omitido el estribillo al final de la tercera estrofa.

67,2 Todo parte de la "piedad" de Dios: actitud y acto gratuito que al hombre le es sugerido invocar. El "bendecir" de Dios es bienhacer, porque diciendo hace. La humanidad comienza con una bendición: Gn 1 ,28. Un "rostro" benévolo irradia luz: Prov 16,15; EcI 8,1.

67,3 Los "caminos" son el modo de actuar.

67,4 Estribillo de estilo hímnico.

67,5 El gobierno de Dios es justo, como cantan los salmos 96 y 98.

67,7 La bendición equivale a la lluvia que fertiliza la tierra. Aunque dice "nuestro Dios", no pronuncia el nombre de Yhwh.

Trasposición cristiana.
Tratándose de bendición, es obligado citar el comienzo de la carta a los Efesios.

SALMO 66 (65)

1 Aclamad a Dios, todo el mundo,
2tañed en honor de su nombre,
dadle gloria con la alabanza.

3Decid a Dios: ¡Qué formidable es tu acción!
por tu inmenso poder los enemigos te adulan.
4Que todo el mundo te rinda homenaje

tañendo para ti, tañendo en tu honor.

5Venid a ver las proezas de Dios,
sus hazañas formidables a favor de los hombres.
6Transformó el mar en tierra firme:

a pie cruzaron la corriente
-y allí mismo lo festejamos-o
7Con su autoridad gobierna por siempre:
sus ojos vigilan a las naciones,

para que no se subleven los rebeldes.
8Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar su alabanza.

9ÉI vivifica nuestro aliento
y no dejó que tropezara nuestro pie.

10Oh Dios, nos pusiste a prueba,
nos refinaste como se refina la plata.
11Nos metiste en una prisión,

nos echaste una carga a la espalda,
12hiciste nuestro cuello montura de hombres.
Pasamos por fuego yagua,
y nos sacaste a la abundancia.

13Entraré en tu casa con holocaustos
para cumplir mis votos,
14los que pronunciaron mis labios
y prometió mi boca en el peligro.
15Te ofreceré holocaustos cebados
quemando carneros,

prepararé vacas y cabras.

16Venid a escuchar, fieles de Dios,
os contaré lo que hizo por mí:
17Lo invoqué con la boca,
con la lengua lo enaltecí.
18Si hubiera yo tenido miras perversas,
no me habría escuchado el Señor.
19pero me escuchó Dios,

atendió a la voz de mi súplica.
20iBendito sea Dios!, que no apartó mi súplica
ni su misericordia de mi.

EXPLICACIÓN.

66 Se compone de dos piezas pertenecientes a dos géneros emparentados. Los versos 1-12 son un himno entonado por una comunidad en primera persona del plural. Los versos 13-20 son una acción de gracias por una súplica escuchada, pronunciada por un individuo. Cada uno contiene los elementos típicos de su género.

El punto de arranque ¿es el comunitario o el individual? Mejor será responder que se presta a dos lecturas.

a) una celebración comunitaria en segunda instancia otorga espacio para confesiones individuales.

b) Un asunto individual, llevado al templo, es acogido por una comunidad que ensancha el horizonte. En ambas lecturas es decisiva la relación vivida y sentida entre individuo y comunidad.

66,1-12 La disposición es de doble onda; invitación (1-4), relato (5-7), invitación (8), relato (9-12).

66,1-4 El liturgo parece excederse invitando a "todo el mundo", especialmente considerando que habla enseguida de "enemigos" y más abajo de "rebeldes que se sublevan", y están implícitos en los "hombres" del v. 12. ¿También ellos son invitados a la "alabanza", al "homenaje" festivo"? ''Todo el mundo" podría equivaler más a bien a "en todo el mundo".

66,3 "Formidable", es decir impresionante, sobrecogedora, que infunde temor reverencial: Sal 76. ''Te adulan": ante tu inmenso poder, no tienen más remedio que someterse con voluntad fingida: Sal 18,45.

66,5-12 El relato (salvo 8) se desarrolla en varias fases. La primera es genérica y amplia de extensión (5), la segunda es el paso del Mar Rojo (6), la tercera es estable y
duradera y amplia de extensión (7), la cuarta se restringe a un grupo y es genérica en la formulación (9). La última cambia: habla de una grave tribulación del pueblo y se dirige a Dios en segunda persona (10-12).

66,5 El objeto son "los hombres", o "seres humanos" sin precisar. Es admirable que Dios les dedique su actividad.

66,6 Hecho concreto, clásico (Ex 14): donde se cruza la frontera de la libertad, donde el poder cósmico se pone al servicio de la salvación histórica. "Allí lo festejamos":
con el cántico de Miriam, Ex 15.

66,7 Su soberanía es perpetua y universal. Vigila para mantener el orden.

66,9 "Aliento": puede entenderse a la luz de Gn 2,7. Por el paralelismo, pienso que el "tropiezo" alude a la muerte.

66,10-12 Hablan de una tribulación ya superada. Aunque los indicios son leves, se puede pensar en el destierro y la repatriación.

66,10 La imagen metalúrgica es frecuente: Is 48,10; Jr 6,29; Sal 12,7 etc.

66,11 La palabra hebrea significa ''fortaleza": puede servir de refugio o de prisión. Quizá se refiera a la cautividad en Babilonia. Las "cargas" representan los trabajos forzados.

66,12 Los vencidos tienen que trasportar a los vencedores montados a caballo sobre el cuello: trabajo duro y humillante. Aunque puede ser un apunte realista, pienso que
desborda lo puramente descriptivo, para representar toda una situación: la cabeza doblada, el cuello curvo, el peso del tirano pegado al cuerpo, hombres convertidos en
acémilas. "Abundancia", rebose dice el texto hebreo (cfr. Sal 23,5); algunas versiones antiguas han leído "respiro", alivio (cfr. Ex 8,11; Lam 3,56). Combinando 10 con 12 obtenemos la bina: "nos metiste, nos sacaste".

66,13-20 La segunda parte del salmo se articula en una amplia introducción (13-15), un relato genérico (16-19) y una conclusión (20). Se destacan la introspección y la pro
testa de inocencia en forma de futurible.

66,17 El segundo hemistiquio es dudoso; atiendo a versiones antiguas y al paralelismo.

66,18 "Corazón que mira" viene a ser la intención.


66,20 La fórmula es original por la contigüidad de "mi súplica" y "su misericordia".

Trasposición cristiana

En este salmo se conjugan una tribulación y consiguiente liberación, el señorío universal y perpetuo, la invitación a todo el mundo. Con esos elementos pueden los Padres proponer una lectura cristológica del salmo. En clave eclesiológica, la prueba que refina es ante todo la pasión de los mártires.

SALMO 65 (64)

2Oh Dios, tú mereces un himno en Sión
y a ti se te cumplen los votos
3porque escuchas las súplicas.

A ti acude todo mortal
4a causa de sus culpas:
nuestros delitos nos abruman,
tú los perdonas.

5Dichoso el que tú eliges y acercas
para que viva en tus atrios.

Que nos saciemos de los bienes de tu casa,
de los dones sagrados de tu templo.


6Con portentos de justicia nos respondes,
Dios Salvador nuestro;
tú, esperanza del confín de la tierra
y del océano remoto.

7Tú, que afianzas los montes con tu fuerza,
ceñido de poder.

8Tú, que reprimes el estruendo del mar,
el estruendo de las olas

y el tumulto de los pueblos.
9Los habitantes del extremo del orbe
se sobrecogen ante tus signos,

y a las puertas de la aurora y del ocaso
las llenas de júbilo.


10 Tú cuidas de la tierra, la riegas
y la enriqueces sin medida.
a acequia de Dios va llena de agua.
Preparas sus trigales.
11 Así la preparas: riegas los surcos,
igualas los terrones,

tu llovizna los deja esponjosos;
bendices sus brotes.
12Coronas el año con tus bienes

y tus carriles rezuman abundancia;
13rezuman los pastos del páramo

y las colinas se orlan de alegría;
14las praderas se cubren de rebaños

y los valles se visten de mieses
que aclaman y cantan.


EXPLICACIÓN.

65 Este salmo pertenece al género himno, en el cual se destaca por su fuerte personalidad. Guiado por el triple comienzo con 'elohim y por el tema, divido el poema en tres secciones: atracción de Sión (2-5), Señor del cosmos y de la historia (6-9), Dios es el labrador (10 = 14). El estilo se va adaptando al tema, por la maestría del autor. Es decir: Sión es centro de culto al que convergen hombres de muchas partes y por diversos motivos. En Sión contemplan y cantan la soberanía universal de su Dios. Luego el horizonte se estrecha a la tierra, en la cual Dios desempeña el papel de un solícito padre de familia.

Entre las secciones discurren varias relaciones de las que podemos destacar: el "poder" del pecado que abruma y el "poder" de Dios creador (4.7); lo "próximo y lo lejano"
(5.6); Entre la segunda y tercera sección: "tierra" cósmica y "tierra" de cultivo, mar y acequia, montes cósmicos y colinas fértiles, fragor del océano y canto de la vegetación.
Entre la primera y la tercera: los "bienes" del templo y los de la cosecha, de la cual se abastece el templo.

65,2-5 El templo atrae como lugar privilegiado de la alabanza; también de cumplir los votos, porque Dios escucha y otorga. Más extraña es la tercera pieza, porque el peca
do, que separa, (Is 59,2) actúa como agente de acceso al templo. Hace falta sentir su peso insoportable y acudir a descargarlo ante el Dios del perdón. Hay un grupo que Dios
"acerca", privilegiado y representativo: en su acercamiento máximo, como huéspedes y comensales de Dios, encabezan un acercamiento de radio más largo.

65,2 La lectura que proponen algunos "para ti silencio es alabanza" es bella, pero poco bíblica.

 65,3 "Todo mortal": todo hombre, cualquier clase de hombre connotando su debilidad.

65,6-9 Llegados al centro encumbrado, tendemos la mirada en torno y abarcamos inmensos horizontes. El poeta no alinea naturaleza e historia en sucesión obediente, sino que los mezcla a sabiendas, fundiendo en la contemplación dos mundos que un mismo Dios controla.

65,6 Dios escucha las reclamaciones de un pueblo esclavo y oprimido y le contesta con "portentos" que hacen resplandecer la "justicia". Con ese Dios liberador pueden
contar todos los oprimidos.

65,7 Como un albañil se ciñe para el trabajo, toma en las manos ladrillos y los va colocando, así Dios, constructor gigantesco del orbe, se ajusta el ceñidor de su potencia, toma en las manos montañas enteras y las coloca aplomadas y resistentes en sus puestos.

65,8 El océano concentra las fuerzas rebeldes y levantiscas a la soberanía de Dios: en lo cósmico el océano con su oleaje, en lo histórico imperios con sus ejércitos. Dios tiene a raya a todos.

65,9 Temor y júbilo son los dos polos de la experiencia numinosa. Las "puertas de la65,10-14 Cambio repentino de escena, de argumento de procedimientos estilísticos.
En vez de visiones gigantescas, que abarcaban inmensidades en un verso, el poeta acerca la mirada para sorprender lo menudo, para desmenuzar un proceso en sus acciones. El Dios que deposita a plomo montañas, se abaja a allanar terrones; el que reprime océanos, se apresta a regar y esponjar un campo.
Las acciones de Dios forman un paradigma de siete verbos finitos más dos infinitivos con función adverbial. Al cual responden, con siete verbos, cinco zonas de la tierra. "Las colinas se orlan de alegría", que es el verdor de viñedos y frutales; los prados se revisten de rebaños, que ilustran en blanco el verdor de la hierba; los valles se ponen un manto de mieses. Al "coronarse" el año, vestidos todos de fiesta, con sus trajes polícromos, entonan un canto de júbilo.

 65,10 La "acequia de Dios" es la lluvia, que conduce el agua a cada punto del terreno.

 65,12 "Coronar" es completar felizmente una etapa, una tarea.

65,13 El "páramo" no apto para el grano, pero bueno para pasto del ganado.

 65,14 Las ovejas "visten" los prados antes de vestir a los hombres.

Trasposición cristiana.

Leamos el salmo sobre el fondo de nuestra liturgia eucarística. Una parte penitencia, con perdón de los pecados; alabanza cósmica e histórica concentrada en el prefacio; preces de los fieles que Dios escucha. Pan de mieses y vino de viñedos. La liturgia corona el ciclo semanal y anticipa el banquete celeste.

sábado, 14 de enero de 2012

SALMO 64 (63)

2Escucha, Dios, mi voz que se queja,
protege mi vida del
terribl
e enemigo;
3escó
ndeme de la conjura de los perversos

del tumulto de los malhechores,
4que afilan la lengua como un puñal
y asestan las flechas, palabras hirientes,
5para disparar a escondidas contra el inocente:
por sorpresa le disparan, sin temor.
6Aseguran el delito, proponen esconder trampas,
y dicen: ¿Quién lo verá?
7Traman crímenes, ocultan la trama tramada;
se corrompe por dentro su mente recóndita. 
 

8y Dios les dispara una flecha:
de pronto ya están mal heridos.
9Los ha hecho tropezar su lengua.
Los que asisten sacuden la cabeza
10y todo el mundo se atemoriza;
publican la acción de Dios
y meditan su intervención.
11El honrado festeja al Señor, se refugia en él,
y se glorían los corazones sinceros.
 
 

EXPLICACIÓN.

64 Es una súplica con todos los elementos típicos del género: el triángulo yo - enemigos - Dios; la confianza, implícita, la acción de gracias, prometida. El proceso de
peligro y liberación está estilizado en imagen de batalla: un ataque bien preparado y un contraataque fulminante, ante un público sobrecogido.
 

La táctica del ataque es ocultamiento y agresión; el contraataque sucede en el mismo terreno y con las mismas armas. Una serie de correspondencias verbales lo manifiestan. Es fácil anotar el vocabulario del ocultamiento y de la agresión.  

64,2 "Queja" o susurro, contrario del clamor; lo oculto frente a lo patente. "Terrible" porque infunde terror: el orante confiesa el miedo. 

64,3 La "conjura" es oculta, preparando el "tumulto"; diverso es el escondimiento medroso y confiado del orante.  

64,4 Sus armas: "puñal y flechas" son sus palabras: calumnia, difamación ... Sal 57, 5; 140,4; Jr 9,7.  

64,5 La repetición del verbo es intencionada. Apostados en escondites estratégicos, pueden actuar sin riesgo ni miedo, como en Sal 11 ,2.  

64,6 Saltándose la lógica del escondímiento, el poeta asiste al parlamento enemigo. La última pregunta alcanza hasta Dios: Sal 94,7; Job 24,15; Eclo 23,18.  

64,7 El primer hemistiquio triplica un término, que significa a la letra registrar, rebuscar (Prov 2,4). En el segundo hemistiquio, duplicando una B, leo el verbo corromperse.
El texto dice: "el interior del hombre, el corazón es recóndito" (cfr. Jr 17,12). 
 

64,8 La forma hebrea es muy eficaz. De repente, ya está Dios disparando una flecha y acertando.

64,9 Corrijo un texto difícil de acuerdo con otros semejantes.  

64,10 Quienes asisten al espectáculo, casi disfrutando de él, quedan sobrecogidos de temor reverencial y lo expresan sacudiendo la cabeza. De donde se pasa a la meditación y la proclamación sobre el sentido y el protagonista de los sucesos.  

64,11 El desenlace es individual y coral. Los festejos no son para el honrado, sino para Dios.  

Trasposición cristiana.

Los antiguos ponen el salmo en boca de Cristo en la pasión; en cuyo caso la intervención de Dios cambia de signo.

SALMO 63 (62)

2Oh Dios, eres mi Dios, por ti madrugo:
mi garganta tiene sed de ti,
 mi carne desfallece por ti,
en un páramo reseco, sin agua. 
 

3Así te contemplé en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria.
4Pues vale más tu lealtad que la vida,
te elogiarán mis labios;
5Así te bendeciré mientras viva,
alzando las manos en tu nombre.
6Como de enjundia y de manteca
se saciará mi garganta,
y con labios jubilosos
      te alabará mi boca.  

7Si en el lecho me acuerdo de ti,
velando medito en ti:
8que fuiste mi auxilio
y exulto a la sombra de tus alas.
9Mi aliento se pega a ti
y tu diestra me sostiene.
10Los que buscan mi perdición
entrarán en lo profundo de la tierra,
11serán entregados a la espada
y echados como pasto a las raposas.
12Pero el rey celebrará a Dios,
se gloriarán los que juran por él,
cuando tapen la boca a los mentirosos.

 EXPLICACIÓN.

 63 Oración de confianza que hace compañía a los salmos 4,16 Y 62. El final (10-12), coloca la oración en una situación de peligro.
Pero el lugar es el templo donde el orante vive la intimidad con Dios. 
 

No conviene llamar a esa intimidad "espiritual", por la densidad corpórea de la plegaria; una corporeidad que es toda real y simbólica. Madrugar, tener sed y desfallecer,
saciarse, estar a la sombra de, estar en el lecho, contemplar, hablar con la boca, levantar las manos, pegarse a uno, sentir el contacto de una mano. Ver, gustar, tocar, aclamar: es curiosa la ausencia de escuchar.

Los sentidos funcionan en sentido propio, pero trascendiendo simbólicamente lo puramente sensible. Los ojos ven el templo, y en él contemplan la gloria de Dios; la garganta tiene sed ... de Dios; la carne desfallece ... por Dios; toca una diestra ... la de Dios; se pega tras él en cercanía inmediata. Toda la persona está comprometida en la experiencia espiritual. Podemos hablar de un precursor de la "aplicación de sentidos".  

El poema se desarrolla en tres tiempos: mañana, día y noche. Muy de mañana se despierta en un páramo, con la garganta reseca, con sed de Dios. El día es tiempo de contemplación y del banquete. Por la noche, en el lecho, afloran los recuerdos: de ti, de Dios. Los tres últimos versos ¿son apéndice prescindible o son clave de comprensión? En el segundo caso tendríamos que pensar en el rey perseguido y en peligro, que habla en primera y en tercera persona; o bien en un sacerdote o privado, perseguido a muerte. Ambos buscan asilo en el templo y allí se les comunica la intimidad de Dios.

 63,1 Sal 119,148; Is 26,9; Sal 143,6. 63,2 La palabra nepesh es bivalente. Contrapuesta a "carne" designa la conciencia; unida a sed, apunta a la garganta. "En un páramo": algunos manuscritos han leído "como".

63,3 Sobre la contemplación de la gloria: Ex 24,11; 33,18.

63,4 La amistad de Dios vale más que la vida humana, da sentido a esa vida.

 63,6 La "enjundia" puede referirse al banquete sacrificial: véanse Sal 36,9; Is 55,2; Jr 31,14.

63,8 La "sombra de tus alas" equivale al refugio, al asilo: cfr. Sal 17,8; 36,8; 57,2 etc.

 63,9 A la letra "se adhiere detrás", quizá cruce de dos fórmulas que se leen en Dt 13,5.

63,10 "Lo profundo de la tierra" suele designar la región de los muertos.

63,11 La "espada" como instrumento de ejecución capital. Siendo los zorros animales despreciables y ávidos, servirles de alimento es suprema ignominia.

 63,12 "Jurar por" equivale a confesión de fe en una divinidad.

Trasposición cristiana.

 La corporeidad de experiencia y lenguaje del salmo adquiere nuevo realismo cuando el Hijo de Dios se hace hombre. Su "diestra" sostiene a Pedro, su aliento alcanza a Juan en la cena; come y bebe con sus discípulos (Hch 10,41); tuvo sed en Samaría (Jn 4) y en la cruz (Jn 19,28). En él glorificado podemos contemplar la gloria de Dios.

SALMO 62 (61)

2Sólo en Dios está el descanso, alma mía,
de él viene mi salvación.
3EI sólo es mi roca, mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré. 
 

4¿Hasta cuándo arremeteréis todos juntos
contra un hombre, para derribarlo
como a una pared que cede
o a una tapia ruinosa?
5Sólo piensan en derribarme de mi altura,
les agrada la mentira:
con la boca bendicen,
por dentro maldicen.  

6Sólo en Dios descansa, alma mía,
de él viene mi esperanza.
7ÉI sólo es mi roca, mi salvación,
mi alcázar; no vacilaré.
8En Dios está mi salvación y mi gloria,
mi roca firme, mi refugio está en Dios. 
 

9Vosotros confiad siempre en él,
desahogaos con él,
que él es nuestro refugio.
10Sólo un soplo son los plebeyos,
mentira son los nobles:
todos juntos en la balanza subirían
más livianos que un soplo. 
 

11No confiéis en la opresión,
no os hagáis ilusiones con el robo;
y si prospera vuestra fortuna,
no le deis el corazón.
12Una cosa ha dicho Dios,
dos cosas le he escuchado:
Que de Dios es el poder,
13que tuya, Señor, es la lealtad;
que tú pagarás a cada uno
según sus obras.

 Explicación.

62 Es una profesión de confianza en solo motivos y una invitación a otros. Se parece al salmo 4, del que difiere por el repertorio imaginativo. A primera vista tiene un desarrollo sacudido, por los cambios repentinos de persona, enunciando, interpelando, expresando. En una segunda lectura se aprecia la coherencia poética. De un diálogo interior arranca una interpelación a un grupo anónimo, justificada por una reflexión; se repite el proceso, pero la interpelación se dirige a otro grupo opuesto, al cual pertenece él; al final, el Dios referido en tercera persona invade como un tú la conciencia del orante, el cual pasa de su experiencia y reflexión humana a un mensaje profético.

Expuesto en una serie de imágenes, el poema tiene un tema metafísico: la contingencia del hombre, de su ser y obrar, y su punto de apoyo esencial. Cumbre roqueña, alcázar y refugio, muro y tapia, balanza y soplo. El poeta, aunque conoce otras mentiras que socavan el orden social (5), descubre en el hombre, sin distinción de clases sociales, una "mentira" radical (10): parece ser y no tiene consistencia. El hombre (cfr. Sal 39), la humanidad entera es "un soplo". Teme disiparse y busca lastre y puntos de apoyo.

Construye estructuras: "alturas" de dignidad o poder, muros que acogen y resguardan. Se apoya en la "opresión", haciendo de 105 demás plataforma en que afianzarse; se apoya en el "robo", en el despojo, sobre todo del desvalido. Se apoya en la riqueza, que va creciendo justa o injustamente. La última palabra del salmo es "sus obras": ¿quiere decir que el punto de apoyo son las obras?, ¿que el hombre, aunque no sea, se hace, es éticamente artífice de su destino? -Toca a Dios señalar el peso de cada uno, retribuirle el peso de sus acciones.

62,2 Seis versos comienzan con un 'ak enfático, que traduzco por "sólo".

62,4 Los verbos son selectos. Se puede imaginar en contexto ciudadano o bélico: una ciudad encumbrada cuyas murallas sufren las arremetidas de los arietes. Es una operación de conjunto.

62,5 "Mi altura": con leve corrección del hebreo. Es la altura del alcázar o de la posición social o política que ocupa. Con la mentira socavan su prestigio: Sal 55,22; Prov
26,23-26.

62,9 El paso a la exhortación transforma el singular "refugio mío" en plural, "refugio nuestro". "Desahogarse" es a la letra "derramar el corazón", como un recipiente colmado de sentimientos.

62,10 La comparación de balanza y soplo es más plástica e hiperbólica que en el salmo 39, pero no es pesimista: compárese con Is 40,15-17. Es posible que se repitiera el estribillo después de este verso.

62,11 "Hacerse ilusiones" es verbo denominativo de hebel = soplo: el hombre, vano por naturaleza, con el robo se envanece y se desvanece. "Prospera": no condena aquí una riqueza honesta, sino el basar en ella su confianza: Prov 11,28.

62,12-13 Con el artificio numérico da a entender que ahora no habla de oídas; con todo, el contenido no parece exigir una revelación formal.

Trasposición cristiana.

El tema de las riquezas resuena en el sermón de la montaña, Mt 6, también en 1 Tim 6,17 y Sant 4,13s; 5,1-6. Es frecuente el tema de la retribución: Mt 16,27; Rom 2,6; Ap 2,23.

SALMO 61 (60)

2Escucha, oh Dios, mi clamor
atiende a mi súplica:
3Desde el confín de la tierra te invoco
con el corazón abatido.
Llévame a una roca inaccesible,
4porque has sido mi refugio,
mi bastión frente al enemigo.
5Quiero hospedarrne siempre en tu tienda,
refugiado al amparo de tus alas,
6pues tú, Dios, escuchaste mis votos,
me diste la heredad de los fieles a tu nombre.
7 Añade días a los días del rey,
que sus años sean de generaciones;
8que reine siempre en presencia de Dios,
que lealtad y fidelidad le hagan guardia.
9y yo tañeré siempre en tu honor
cumpliendo mis votos día a día.
 
 

Explicación.

61 Hay en esta súplica unos cuantos datos patentes. Ante todo los genéricos: el vocabulario, la aflicción propia (3), la acción del enemigo (4), el poder de Dios (4), la confianza apoyada en experiencias precedentes (4.6), la promesa de acción de gracias (9).
También son claros otros datos individuales: los votos que se cumplirán (9); la oposición espacial entre "el confín de la tierra" y el "bastión o baluarte" de Dios (3.4), y la heredad" recibida.; la oposición temporal, de los "años del rey" y el "día a día" del orante. También es patente el paso de la primera persona (2-6) a la tercera (7-8) y otra vez a la primera (9).

Lo difícil es identificar las localidades y a los hablantes. Las hipótesis se multiplican. Ese "confín de la tierra" sería un destierro o un campo de batalla lejano. Habla un rey en primera persona y luego en tercera persona. Por boca de un corifeo habla el pueblo en el destierro. Habla un sacerdote desterrado rezando por sí y por el rey. Al carecer de
datos para la identificación, lo mejor será dejar el salmo abierto y disponible. Puede ser que el autor lo concibiese así. El salmo coincide en varios puntos con el 27.

61,3 La roca puede aludir a la plaza fuerte jebusea.

61,4 Compárese con el tema y lenguaje de Prov 18,10.

61,5 Compárese con 15,1; aquí sin condiciones.

61,6 "Heredad" pertenece al vocabulario básico de la posesión de la tierra.

61,7 La petición de larga vida para el rey es convencional: Sal 21,5; 72,5; 1 Re 1,31.

61,8 Como enunciado en Prov 20,28.


61,9 Tiene algo de recapitulación temática.


Trasposición cristiana.

Aplican a Jesucristo la vida perpetua en presencia del Padre y el reino, de acuerdo con la lectura mesiánica de Dn 7,13s. Sobre el hospedarse véanse 2 Cor 5,6; Ef 2,19; Heb 11,13.

SALMO 60 (59)

 3Oh Dios, nos has rechazado
y
rompiste nuestras filas,
estabas airado. ¡ Restáuranos!
4Has hecho temblar y has resquebrajado el país
¡repara sus grietas, que se desmorona!

5Has hecho sufrir un desastre a tu pueblo
dándonos a beber un vino de vértigo;

6has izado una bandera a tus fieles
para que escaparan ante los arcos.
7Para que se libren tus predilectos,
que tu diestra los salve.
¡Respóndenos!

8Dios habló en su santuario:
Triunfante repartiré Siquén,
parcelaré el Valle de Sucot.
9Para mi Galaad, para mí Manasés.
Efraín es yelmo de mi cabeza,

Judá mi cetro de mando.
10Moab una jofaina para lavarme,
sobre Edom echo mi sandalia.
¡Filistea, grita contra mí!

11¡Quién me llevara a la ciudad fortificada,
quién me condujera a Edom!

12Pero tú, oh Dios, ¿no nos has rechazado
y ya no sales con nuestras tropas?

13Envía tu auxilio contra el enemigo,
que es vana la victoria humana.

14Con Dios haremos proezas,
él pisoteará a nuestros enemigos.

EXPLICACIÓN.

60 Súplica con oráculo de respuesta y acto de confianza, sin acción de gracias. Se discute la unidad, porque los versos 8-14 se repiten como segunda parte del salmo 108.
Pero ese testimonio vale poco, porque es un salmo artificial mente compuesto, como vimos comentando el salmo 57. Se discute la situación presupuesta o reflejada en el salmo: terremoto o guerra.

a) Terremoto: como indican los términos "brechas" (Is 30,13; Am 4,3), ''temblor'' (1 Re 19.11; Am 1,1 s), "vacilar" (Is 24,19; 54,10), "vértigo". No se explican los estandartes y los arcos. b) Invasión militar: los términos "brechas" (2 Sm 5,20; Ez 13,5), ''temblor'' (1 Sm 14,15), "fractura" o derrota (Jr 14,17; Lam 2,11). Estandarte y arco son obvios. El oráculo responde perfectamente a la súplica. c) Mediación poética: en vez de describir con realismo, el poeta transforma imaginativamente la situación. La guerra deja el país asolado, como si hubiera sufrido un terremoto. El terremoto arrasa en un instante, como si hubiera pasado un ejército invasor: cfr. Jr 51,29; JI 2,1-11. Prefiero la explicación bélica 

60,3-7 La queja ocupa ancho espacio y apoya la súplica. Es una queja respetuosa, confiada, producto de una espiritualidad madura. El causante de las desgracias es Dios. El orante no reconoce una culpa; ¿pronuncia una acusación? Más bien reconoce que Dios controla y dirige los acontecimientos: véanse Dt 32,27.39; Is 19,22; Os 6,1.

60,3 "Rechazaste": con sentido militar en Sal 44,10.24.

60,4 El temblor de tierra es con frecencia teofánico: Sal 18,8; 68,9; 77,19 etc.

 60,5 "Vino de vértigo": que perturba o enloquece, que agita o tortura, de castigo y hasta de ejecución capital: Is 51,17.22; Jr 25,15-29.

60,6 Verso problemático. El estandarte puede ser factor positivo, de guía o agrupación (Is 11,12; Jr 4,6) o negativo (Is 5,26; Jr 4,21). El verbo htnwss si procede de nes, significa ser izado, enarbolado el estandarte: ¿a favor o en contra? Si procede de nus = huir, significa, con valor positivo, refugiarse, con valor negativo, darse a la fuga. Es posible que el poeta haya buscado una ambigüedad expresiva.

 60,7 "Predilectos": el título es un argumento enfático: Dt 33,12; Jr 11,15.

60,8-10 El oráculo está introducido explícitamente. Si tomamos qodesh como abstracto, sería "por su santidad". Incluyendo el v. 10 entero, salen nueve nombres, seis israelitas y tres extranjeros; aproximadamente los dominios de David según 2 Sm 8. Habla un soberano victorioso que ha ocupado territorios por herencia o por derecho de conquista. Unos, escogidos, los parcela y reparte; otros se los reserva como predio de la corona; Efraín será el yelmo que protege su cabeza, Judá será el cetro, instrumento de gobierno (Dt 49,10; Nm 21,18). La arrogante Moab (Is 16; Jr 48) servirá para sus abluciones. Echar la sandalia sería gesto de posesión, pues nos consta el uso del calzado en transacciones comerciales (Dt 25,95; Rut,4,7s); también podría ser un objeto donde el rey deposita el calzado para orar descalzo (Ex 3,5; Jos 5,15). ¿Y Filistea? ¿Qué hace ese imperativo? Lo interpreto como invitación irónica y desafiante: anda, lanza el grito de guerra, atrévete conmigo; cfr. Is 8,9s. Otros lo armonizan con el Sal 108, en primera persona, "canto victoria"; algunos traductores antiguos han interpretado "se ha aliado contra mí".

60,11-13 Toma de nuevo la palabra el orante. Es dudosa la articulación de los tres versos. a) Pregunta solícita (11), pregunta retórica (con relativa asindética) (12), petición
(13). b) Expresión de un deseo entre potencial e irreal "quién me condujera ... ", reproche a Dios por su rechazo, petición. En la segunda explicación el sentido avanza así: escuchando el oráculo, el orante reacciona con cierto escepticismo o insatisfacción, "ya quisiera yo"; su deseo es irrealizable mientras Dios prolongue su rechazo; con todo, no se rinde, antes reclama esperanzado el auxilio de Dios.

 60,13 Véase Prov 21,31.

60,14 "Pisotear": como gesto de victoria: Is 63,6; Sal 44,6.

Trasposición cristiana.

 Se puede leer en clave eclesiológica. La Iglesia perseguida se siente derrotada y pide auxilio a su Señor; el cual responde afirmando su victoria y su dominio. Confortada con tales palabras, puede la Iglesia abordar nuevas empresas. Los comentaristas antiguos se han fijado en el estandarte: la señal de la cruz.